Toluca, Edomex. 24 de agosto de 2016.- Por mucho que estén contados los días para Alfredo Castillo como titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), es importante recordar que no es el único responsable del desastre institucional al menos de los últimos cuatro años en el deporte. Su antecesor, el notario público Jesús Mena Campos, ocupó esa misma cartera al inicio del sexenio peñista con un desempeño caracterizado por una confrontación personal con el entonces secretario de Educación, Emilio Chuayffet. Destacaron más los pleitos entre Chucho Mena con el exgobernador, en una insana relación laboral que terminó con la salida del clavadista.
A la salida de Jesús Mena, Peña y Chuayffet decidieron nombrar como encargado del despacho a Carlos Acra Alva, parte de su equipo más cercano que se encargó por algunas semanas de la dirección nacional del deporte. Acra fungió como subdirector general de la Conade, cargo del que fue echado por Alfredo Castillo. Simplemente, la institución se convirtió en una agencia de colocación de empleos para cubrir parte de los compromisos políticos del peñismo.
Tanto Jesús Mena como Carlos Acra fueron directores del Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte (Imcufide). Sin pena ni gloria, ambos de origen mexiquense tuvieron gestiones sumidas en resultados magros y onerosos gastos burocráticos. La eventual renuncia de Alfredo Castillo no sería una solución a la crisis deportiva, en la medida que se tomen decisiones semejantes para privilegiar las componendas del poder por encima del fomento al deporte y de impulso a los atletas de alto rendimiento.
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El mes de julio ha sido uno de los más violentos. Cada cuatro horas se registró un homicidio doloso. Esa es la cruenta realidad que enfrenta el Estado de México, en la que no se justifica siquiera ser el estado más poblado del país. También se encuentra rebasado el argumento de que son casos aislados. Lo que permea es una estrategia fallida para reducir la criminalidad. Las instituciones son insuficientes, incapaces, inoperantes en el combate a la violencia.
Eruviel Ávila, alista ya su quinto y penúltimo informe de gobierno, en la misma crisis con que recibió el estado hace cinco años. Se cansó ya de cambiarle el nombre a la Policía Estatal, hasta elevarlo a grado de Secretaría, y luego eliminarla. La presencia criminal no es un tema que se reduzca a los recursos económicos, pues el Estado de México ha recibido cifras millonarias con resultados precarios. Desde Los Pinos, le corrigieron el gabinete hace un par de años, y tampoco hubo respuesta positiva. La incidencia delictiva es inocultable y la cifra de asesinatos es muestra inequívoca del fracaso gubernametal.
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Rafael Pachiano Alamán -esposo de Alejandra Lagunes-, secretario del Medio Ambiente del Gobierno de la República, tuvo una discreta visita en el municipio de Tenango del Valle, en donde se reunió con autoridades estatales y municipales, incluido el secretario estatal del ramo, Raúl Vargas Herrera y el alcalde anfitrión, Francisco Garduño. Hace algunas semanas, por instrucción presidencial, los secretarios de Estado se debieron sumar a los trabajos de regionalización en la entidad. Pacchiano ya tuvo su primer acercamiento al territorio mexiquense en la víspera electoral del año entrante.
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