Ulises Ramírez, actual coordinador de los diputados locales del PAN, ha dado su brazo a torcer. Se ha decidido para apoyar a Oscar Sánchez Juárez para que busque la dirigencia estatal del PAN. El ex candidato a senador por el Estado de México, relegado al tercer lugar, busca un premio de consolación luego del fracaso electoral de julio pasado cuando se quedó en tercer lugar. Sánchez Juárez, avecindado de Huixquilucan, es el delfín político de Ulises Ramírez.
En lo que queda del PAN, hay voces que impulsarán con fuerza la candidatura de Jorge Insunza, también de Huixquilucan, pero que concita a todos los grupos políticos opuestos a Ulises. El grupo más visible, opuesto al poder de Ulises al interior del panismo mexiquense, lo representa Luis Felipe Bravo Mena, quien ha influido decididamente en los últimos dos años en el Estado de México, donde ha mermado la hegemonía del grupo Tlalnepantla.
Si algo juega en contra de Ulises por solo poner un par de ejemplos, es el escándalo de quiebra que trae consigo Gustavo Vargas, alcalde de Zinacantepec y muy vinculado al ex senador. Otra muestra del desastre, es que el actual dirigente Sergio Octavio Germán Olivares representa la forma de operar de Ulises y la estrepitosa derrota que se ha topado el panismo en los comicios para gobernador, y en las pasadas elecciones federales y locales.
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Muy pronto se resolverá la elección municipal de Nezahualcóyotl. Todo apunta a que las autoridades jurisdiccionales validarán los comicios para alcalde. Se ratificará entonces el triunfo del perredista Juan Zepeda. Los priístas por más que luchan para anular las elecciones no hay indicios que permitan determinar esa circunstancia. Lo más benéfico para las autoridades electorales, ciudadanía y partidos políticos es dar certeza, luego de los conflictos postelectorales.
En el análisis de la gubernatura, tampoco cae nada bien la elección municipal. Todo lo que suceda en el Estado de México debe ser valorado en la incidencia que podría generar a nivel nacional. No hay que perder de vista que la denuncia de las tarjetas Soriana sucedió precisamente en el oriente de la entidad y en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal, lo que formó parte de las acusaciones de la izquierda para desacreditar el triunfo de Enrique Peña.
La impugnación del PRI en Neza sólo formó parte del seguimiento al “librito” electoral, pero lo mejor para ellos es reconocer la derrota, procesar la entrega del poder, y acotar al perredismo para que no siga creciendo –de nueva cuenta- en la zona más poblada del estado. Esa es la instrucción girada desde la oficina del gobernador hacia el priísmo mexiquense. Se prevé que el presupuesto municipal de Neza sea el impulsor de la izquierda en la zona.
