Redacción Eruviel Ávila Villegas, hasta hace unas horas alcalde del municipio de Ecatepec, se enteró anoche que él era el elegido para abanderar al PRI en las próximas elecciones de gobernador. Fue durante una reunión que convocó el mandatario Enrique Peña Nieto en casa Estado de México, en Toluca. Minutos antes de hacerle saber a Ávila que sería el candidato del PRI al gobierno de la entidad, comunicó la decisión a Alfredo de Mazo Maza, alcalde de Hixuiquilucan. También estaban presentes Ricardo Aguilar Castillo, Luis Videgaray y Ernesto Nemer, quienes previamente ya tenían conocimiento de que la postulación no recaería en ninguno de ellos. Eruviel no tardó en comunicar a su familia la decisión. A las dos de la mañana tuvo una reunión privada con sus más cercanos colaboradores para compartirles la buena nueva. Realizaron un pequeño festejo. De manera simultanea, el periodista Joaquín López Doriga se encargó de difundir la determinación a través de su cuenta de twitter. El hecho causó extrañeza y sorpresa en la clase política mexiquense. Eruviel Ávila se convertiría en el primer candidato priista que no emana directamente del Grupo Atlacomulco o del grupo de Los Tolucos, como era una regla no escrita para los tiempos de la sucesión de la gubernatura. Peña Nieto valoró, en la última semana, la percepción que tenía la opinión pública respecto a la nominación de su primo Alfredo del Mazo. La maquinaria había operado en ese sentido. Pero no encontró la respuesta que esperaba . Algo vio el mandatario mexiquense, que decidió, de último momento, inclinarse por Eruviel Ávila Villegas. Eruviel es un priísta originario del valle de México, quien desde hace 20 años inició su carrera política en el municipio más poblado de la entidad: Ecatepec. Primero como líder vecinal al encabezar la organización denominada Río de la Luz, que luchó por hacer llegar a las partes más inhóspitas del municipio los servicios públicos. Esas gestiones le abrieron paso y liderazgo. Emergió como una nueva opción entre los viejos caciques de Ecatepec, y en 1996, Arturo Montiel le dio su primera oportunidad para contender por una diputación local que ganó por amplio margen. Cuatro años después intentó contender por la candidatura a la presidencia municipal de Ecatepec, pero sucumbió con Sergio Rojas Andersen, quien perdió estrepitosamente en la elección constitucional frente al candidato panista. En el 2003, Montiel Rojas le dio una nueva oportunidad al hacerlo candidato a la alcaldía de Ecatepec. Eruviel ganó la presidencia municipal por estrecho margen, pero tras una gestión complicada, en 2006 entregó el poder al PRD. De la alcaldía saltó a una diputación local ya Peña Nieto como gobernador del estado. El mandatario lo hizo coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Congreso mexiquense y presidente de la Junta de Coordinación Política. Para 2009 ya era un actor importante dentro del priismo estatal y Peña Nieto se marcó como objetivo recuperar el municipio más poblado. Eruviel pidió una nueva oportunidad para recuperar el ayuntamiento que tres años antes había entregado el PRD, cumplió. Ganó con amplia ventaja. De los cinco aspirantes a gobernador que reconoció el propio Peña Nieto en una entrevista en televisión el pasado 3 de marzo, Eruviel era el que más estructura propia tenía. Se estima que gracias a su organización Río de la Luz, él es capaz de generar al menos 300 mil votos en Ecatepec y sus municipios aledaños. Por eso los coqueteos constantes de la oposición con él para que abanderara la alianza PAN-PRD. En más de una ocasión se reunió con Manuel Camacho Solís y con actores del panismo como el senador Ulises Ramírez y Javier Corral, pero siempre públicamente sostuvo que no traicionaría ni al PRI ni al gobernador Enrique Peña. También tejió fino para hacerse del agrado de la maestra Elba Esther Gordillo, quien de paso le abrió las puertas para llegar al gran tlatoani priista, Carlos Salinas de Gortari. Pese a las presiones para que declinara, Eruviel Ávila se mantuvo firme. “No me den por muerto, yo sigo vivito y coleando” afirmó en más de una ocasión. Mientras el aparato operaba a favor de Del Mazo Maza, el junior y niño bien de la política mexiquense, él prefirió adoptar una imagen que contrastaba: la del político hecho en la cultura del esfuerzo, la del personaje que salió de abajo para triunfar en las grandes esferas. Los analistas le veían más empaque de candidato que al Alfredo del Mazo. Así, anoche, cerca de las once horas, Eruviel Avila fue comunicado que hoy sus correligionarios que buscaban la postulación, declinarían en su favor y que a partir de mañana domingo, tiene la encomienda de hacer triunfar al PRI en las elecciones del 3 de julio.
