Redacción
Toluca, Edomex. 3 de febrero de 2015.- El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha decidido no quitar el dedo del renglón y anunció la impugnación de aquellos “ciudadanos que tienen un vínculo evidente con el PRI y que buscan contender en las elecciones del 7 de junio bajo la figura de candidatos independientes”.
Javier Rivera Escalona, representante del PRD ante el Instituto Electoral del Estado de México anunció esta noche que estaban terminando de elaborar los recursos para que sea el Tribunal Electoral de la entidad, el que se encargue de declarar o no la procedencia de las solicitudes de registro como aspirantes a candidatos ciudadanos de al menos tres personas que tienen una clara relación con el Revolucionario Institucional y por tanto se pone en duda el carácter de independientes.
Javier Rivera dijo que el caso más representativo es el de Santiago Pascual González, quien el 2009 fue electo como regidor del PRI en la planilla que triunfó en los comicios de ese año y que en 2012, incluso fue alcalde sustituto bajo las siglas del tricolor.
Pero el caso de Pascual no es el único. Leobardo Javier Valencia Lozada, quien aspira a ser candidato independiente por la alcaldía de Acolman, ya fue regidor del PRI en ese municipio en el trienio 2000-2003. O el de Rogelio Morales Brito, quien va por Tejupilco, y ha sido funcionario de la secretaría de Educación y que incluso pesan sobre él acusaciones de favorecer con programas o becas únicamente a personas que se han afiliado o votado por el PRI.
En el caso de los aspirantes a candidatos a diputados destaca el caso de Felipe de Jesús Asunción García, quien fue síndico municipal bajo las siglas del PRI hace tres años.
La ley electoral sólo restringe a los ciudadanos de participar como candidatos independientes, si es que en los tres años anteriores a la elección ocuparon un cargo de dirección partidista, pero deja a salvo los derechos de quienes ocuparon cargos de elección popular bajo las siglas de un instituto político.
El PRD insiste en que avalar únicamente este supuesto, van en detrimento del espíritu de la norma, que tiene por objeto abrir espacio de participación política a ciudadanos sin partido. “Qué independencia puede tener un sujeto que ya obtuvo un cargo público gracias a una militancia o simpatía con algún partido”, añadió.