Autor: Chikauak 
“NADA DURA PARA SIEMPRE, NI SIQUIERA LAS MEJORES MÁQUINAS. Y TODO SE PUEDE REUTILIZAR”
Hefesto Rick Riordan
Bienvenidos estimados lectores de la nueva era solar, como si se tratara de un presagio del escritor estadounidense, ni los tiempos ni las formas políticas son para siempre, así se percibe el momento coyuntural que estamos viviendo en el país, y particularmente en el Estado de México, ometeotl.
La regla no escrita que vivió el PRI durante décadas: “el que se mueve no sale en la foto” enunciada alguna vez por Don Fidel Velázquez, parece haber llegado a su fin, o por lo menos tener una pausa en este proceso, respecto a los rituales conocidos por la denominada clase política.
La presente circunstancia, tiene su explicación en múltiples factores de los cuales la “Piedra de Sol” nos podrá ayudar a analizar; según los “temachtiani” (Maestros), del Derecho Electoral, señalan que existe un principio tutelado por la Constitución llamado equidad electoral, mismo que se encuentra sustentando en la igualdad de condiciones que deben gozar todas las personas que contienden a un cargo público; por lo que los sucesos recientes, nos hacen presumir que difícilmente se cumplirá con ese principio, “tlachia” (veamos).
“Tlali” (Tierra)
La alta competencia electoral que se vive con un partido en el gobierno federal que no deja de hacer campaña, y que ha abierto sus corcholatas desde muchos meses atrás, obliga a que el partido en el poder en la entidad, tome sus previsiones; pues si se espera al clásico destape después de iniciado el proceso, bajo la antigua regla de la disciplina, deja en desventaja a cualquiera que sea el ungido o la ungida respecto a sus competidores.
“Atl” (Agua)
Otro factor que impulsa el cambio de formas, lo son los propios aliados, ya que hasta el momento el actor más visible del partido azul, Enrique Vargas, se sentía “Senka kuali” (muy bien), trabajando con manga ancha en su partido sin contrapesos internos, y sin el dogal de la autoridad del Gobernador, pues si bien es cierto que son aliados electorales, existe el amague de que, si no es él candidato, no se tiene garantizada la coalición para el año 2023.
“Ejekatl” (Viento)
Otro alarde lo podemos observar por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien ha anunciado que, en las elecciones del 2023 para renovar la gubernatura, “irá solo”, con una candidatura propia y no con el PAN y PRI, sus actuales aliados en el Congreso local y en varios Ayuntamientos. ¿será que le alcancen los votos compitiendo solos?
“Tletl” (Fuego)
Finalmente, el tricolor ante estos y otros factores, tiene que realizar una rápida adaptación y vencer la resistencia al cambio, sobre todo de los viejos actores que deben entender que las épocas de hegemonía y bonanza pueden terminar si no se cambia de criterio; es así como se explica que tanto Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera y Ricardo Aguilar hayan osado en proponer una nueva forma de hacer política para estar a la altura de la competencia y no quedarse rezagados; resulta muy interesante la nueva puesta, sobre todo ahora que se ha dado la declinación de Elías Rescala, líder de los diputados locales, y la exclusión implícita que se dio por parte de Ernesto Nemer, quien citó a medios de comunicación para decirles que estará concentrado en la tareas como secretario General de Gobierno, ambos hombres cercanos al Huey Tlatoani (Gobernador).
“Tlamilistli” (en conclusión)
La apuesta de que la coalición debe ser encabezada por el que se encuentre mejor posicionado, no es franca, ni transparente, si el único que se promociona es un actor; ni tampoco es equitativa, si el que aparece en las encuestas y revistas se mide con quienes están compitiendo en un viejo esquema; son los votos que representa cada franquicia política y su medición con la definición de “él” o “lá” ungida para demostrar quién es quién en los números. “Tlasojkamati uel miek” (muchas gracias), guerreras y guerreros, por aquí nos estaremos saludándonos.
