Toluca, Edomex. 23 de marzo de 2018.- El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que se edifica en Texcoco se ha convertido en un tema central en las campañas electorales. Su consolidación, como un proyecto de infraestructura del gobierno de Peña Nieto, representa además una prioridad para los intereses de las élites empresariales en el desarrollo hotelero, comercial, turístico, carretero y de negocios en la zona oriente de la entidad. Pensar en su cancelación trastoca sus inversiones y sus futuras ganancias económicas.
La construcción del Aeropuerto en Texcoco es un proyecto empresarial, apoyado desde el poder público, desde hace más de 20 años, cuando el entonces gobernador Arturo Montiel le puso a disposición al panista Vicente Fox, los terrenos y los empresarios interesados en la terminal aérea. La cancelación intempestiva del Aeropuerto en Texcoco en agosto de 2002, derrumbó por más de una década la posibilidad de expandir esa connivencia entre el poder económico y político, que tanto favorece al Grupo Atlacomulco. Por eso Peña Nieto ha apresurado las decisiones para consolidar ese proyecto aeroportuario.
A lo largo de los últimos tres sexenios, los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón; así como el priísta, Enrique Peña Nieto, fueron creando las condiciones posibles para retomar el proyecto aeroportuario en Texcoco. Fueron comprando terrenos y liberando tensiones sociales, hasta contar con el espacio disponible para emprender su proyecto. Casi con la misma persistencia de las reformas estructurales, con la que impulsan los ideólogos del neoliberalismo, los grupos empresariales empujaron la construcción del aeropuerto en tierras mexiquenses.
La oposición de López Obrador al Aeropuerto de Texcoco no es novedosa ni sorpresiva. En su momento, en su calidad de Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el político tabasqueño alimentó, financió y respaldó el movimiento de ejidatarios de San Salvador Atenco que se opuso a la expropiación de sus tierras para construir el Aeropuerto hace más de 15 años. A la distancia, el tres veces candidato presidencial ha vuelto a la ofensiva para revertir el aeropuerto texcocano.
La campaña presidencial, en su periodo de intercampaña, ha concentrado gran parte del debate en la construcción del Aeropuerto en Texcoco. Lo mismo ocurrió en la elección de gobernador del año pasado. Desde entonces, Alfredo del Mazo advertía la amenaza de cancelar la terminal aérea como una disrupción al desarrollo económico y social en la zona oriente. Delfina Gómez no se movió un ápice para oponerse a un aeropuerto que les parece un monumento a la corrupción. En el debate se adereza un simbolismo político, el aeropuerto se construye en Texcoco, el principal bastión electoral de Morena en el Estado de México. La discusión apenas comienza.
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