Toluca, Edomex. 21 de diciembre de 2018.- La crisis financiera que afecta a la Universidad Autónoma del Estado de México podría incidir en una crisis política de dimensiones inusitadas. La falta de pago de aguinaldos ha provocado una tensión de su vida interna. La UAEM siempre vinculada al priísmo, donde exrectores se han convertido sistemáticamente en parte del régimen, hoy es asediada por los grupos de poder con dominancia en la vida pública. La ascendencia de la élite morenista podría tomar decisiones que terminen por generar un clivaje entre quienes mantienen el control administrativo, político e institucional de los universitarios.
La autonomía siempre ha sido un mecanismo de autodefensa de la Universidad, pero únicamente para la gestión y el ejercicio de su presupuesto. En la toma de decisiones ha prevalecido la subordinación universitaria al gobierno en turno. El relevo de dominancia, de élites morenistas por priístas, tampoco da buenas señales en su capacidad de gestión y ejercicio de funciones. Las crisis son condiciones para reinventarse: ésta es una oportunidad histórica.
Los llamados del rector por defender la autonomía, debieran comenzar por tres acciones prioritarias: desmarcarse de administraciones pasadas, responsables de pasivos profundos que han dificultado la viabilidad financiera universitaria; desvincularse de cualquier intento de injerencia gubernamental, ya sea del Poder Ejecutivo o Legislativo; y ejercer una autonomía que recupere la confianza institucional que la UAEM mantuvo durante décadas, y que ha sido socavada en la historia reciente por escándalos financieros y mediáticos.
Lo cierto es que, el rector deberá dar golpes de autoridad, o de lo contrario perderá la batalla del control frente a exrectores, exgobernadores, o hasta legisladores locales que ven aquí, en la Universidad, una institución para inundar sus intereses políticos y económicos.
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En el escritorio del gobernador Alfredo Del Mazo hay un listado de posibles ajustes a su gabinete a partir del mes de enero. La decisión está tomada, y sólo están a la espera de que pasen las fiestas decembrinas, y dar espacio a la renovación de ayuntamientos en el estado. Para el mandatario mexiquense, existen ya las condiciones en los cambios de su equipo cercano. Los integrantes que salen, incluidos algunos secretarios, son porque el compromiso político con ellos ya se ha cumplido tras 15 meses de gobierno.
Mientras que los listados de quienes entrarán como nuevos miembros del gabinete delmacista se dividen en dos: están por un lado, parte del gabinete peñista que hace veinte días concluyó sus labores en el gobierno federal; y por otra parte, una decena de alcaldes que finalizará su gobierno municipal en un plazo de diez días, y que en lo particular, ganaron la elección de gobernador hace un año en sus plazas electorales. En la lista se incluyen secretarios, coordinadores de área y directores generales.
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