Toluca, Edomex. 20 de diciembre de 2016.- Puede parecer un error, aunque en política nada es casualidad, y todo apunta a una cargada virtual. Ayer el gobernador Eruviel Ávila conmemoró el 41 aniversario luctuoso del exmandatario Alfredo del Mazo Vélez. A través de sus redes sociales, difundió un video en donde destaca una imagen que de fondo se lee “Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México”. El prefijo “ex” se cortó de la fotografía pero la especulación se viralizó con intensidad en los corrillos políticos.
Eruviel estuvo flanqueado por Alfredo del Mazo González, gobernador mexiquense entre 1982 y 1986; y Alfredo del Mazo Maza, a quien Ávila le ganó la nominación hace ya seis años. El PRI mexiquense se encuentra a un mes de ungir al candidato que buscará suceder a Eruviel, con amplias posibilidades de conseguirlo. Alfredo aparece en todos los foros públicos, más aún cuando la actividad en San Lázaro se ha declarado en receso, pero él podría ya no regresar.
Antes, en la sede del priísmo mexiquense se consumó la designación de Ismael Hernández Deras como delegado del CEN en la entidad. Por razones de agenda pública, de los aspirantes a la candidatura sólo asistieron Carlos Iriarte, Alfredo del Mazo y Carolina Monroy. El resto, con responsabilidades públicas no pudo asistir a la sede priísta en horario de oficina. La convocatoria se emitirá en las primeras semanas del próximo año. La toma de decisiones está muy cercana.
Eruviel alista una nueva andanada electorera. Para la noche de año nuevo, en los municipios de Chalco, Ecatepec, Tlalnepantla y Valle de Bravo se realizarán magnos conciertos con los populares Tigres del Norte, Cañaveral, Paquita la del Barrio y Yuri, para movilizar desde ahora sus estructuras e incentivar su participación a favor del priísmo que saldrá a las urnas en junio próximo. El PRI mexiquense ha comenzado a seguir el manual: Pan y circo previo a los comicios.
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El peor enemigo de un panista es indudablemente otro panista. La rebatinga mediática desatada por Enrique Vargas y Edgar Olvera no sorprende, pero sí lástima a la militancia panista. El conflicto partidista se ha elevado a un problema político que ha trastocado los intereses personales. El panismo ha vivido en una fractura permanente, entre los doctrinarios y los neopanistas, desde su ascenso al poder hace dos décadas, provocando la sistemática escisión de sus estructuras y disminuyendo sus capacidades electorales, políticas y partidistas.
El alcalde de Huixquilucan y el alcalde de Naucalpan han ventilado de la peor forma sus diferencias personales. Ulises Ramírez aviva el conflicto para desdibujar el naciente liderazgo de Olvera, y eclipsar su paso por la alcaldía naucalpense. Mientras el panismo se destruye en la víspera electoral, el priísmo puede respirar con tranquilidad. La alianza opositora está absorta. Mientras que la oposición se destroza entre sí, para dejar camino libre a la maquinaria electoral más robusta del país.
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