Toluca, Edomex; 19 de octubre de 2020.- Rafael Ojeda Durán, secretario de la Marina, dio positivo a la prueba de covid durante el fin de semana. Hay un dato singular: el funcionario acompañó el pasado viernes 16 al presidente López Obrador, en su gira por las obras de construcción del aeropuerto de Santa Lucía. Estuvo cercano a Alfredo Del Mazo, Claudia Sheinbaum y Omar Fayad, y por cierto, sin cubrebocas.
El jueves 15, Ojeda Durán también se dio oportunidad para inaugurar un Diplomado en Comercio Exterior y Seguridad Nacional, en el cual estuvo presente el titular de la Administración de Aduanas, el también mexiquense, Horacio Duarte, quien en sus redes sociales le deseó pronta recuperación.
El protocolo sanitario por covid marca que ante la proximidad con un caso positivo, se recomienda hacer pruebas para descartar cualquier sospecha de contagio en el círculo de convivencia. Del Mazo y Duarte están en ese supuesto.
Los nuevos secretarios del gabinete estatal ya tuvieron tres semanas para allegarse de información suficiente y preparar su comparecencia que tendrán la próxima semana. Ernesto Nemer y Rodrigo Martínez Celis encabezan dos dependencias prioritarias en la glosa del informe. La incidencia delictiva es la mayor asignatura pendiente, y también parece razón fundamental para que se haya originado el ajuste en la Secretaría de Seguridad. Los legisladores locales pidieron hace un año la renuncia de Maribel Cervantes, y lo consiguieron.
Esta semana, la Junta de Coordinación Política deberá definir el formato de las comparecencias, y el calendario en qué se deberán presentar los secretarios del gabinete delmacista. Quienes parecen obligados a asistir al pleno, además de Nemer y Martínez Celis, son Eric Sevilla -por el salario rosa-; Gabriel O´Shea -por la emergencia sanitaria-; Martha Hilda González -ante la pérdida de empleos-; y Gerardo Monroy -por el desafío educativo a distancia-.
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Omar Fayad y Miguel Riquelme se reivindicaron ayer como auténticos caciques en Hidalgo y Coahuila. Con todos los pronósticos electorales en contra, sacaron resultados muy positivos en la contienda electoral. Detrás de ellos, no puede pasar desapercibida el arropo de Miguel Ángel Osorio Chong y Rubén Moreira, exgobernadores vigentes en la toma de decisiones. En Coahuila, se consiguió el carro completo en 16 distritos locales. En Hidalgo, el PRI cantó triunfos en Pachuca, Tulancingo y Huejutla, con una sostenida recuperación electoral.
El priísmo operó como siempre: baja afluencia de votantes, movilización de electores y la dinastocracia en el reparto de candidaturas. Quizá por eso, en el PRI estatal se tiene la confianza que, repitiendo las fórmulas del pasado, les alcanzará para ganar alrededor de 50 municipios el año entrante. Los inconformes del priísmo local, son los que no se pueden imponer, pero que han hecho uso del mismo poder que tanto critican. Lo que les checa, les choca.
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