Toluca, Edomex. 17 de agosto de 2015.- Carolina Monroy del Mazo acompañará este lunes a Manlio Fabio Beltrones a su registro como fórmula única a la dirigencia nacional del PRI. El jueves serán ungidos: Manlio como presidente y Carolina como secretaria. Por su cercanía presidencial, llama la intención como Carolina se impuso sobre otras priístas que ya habían ocupado cargos de dirección en el PRI mexiquense. Ana Lilia Herrera había sido por corto periodo presidenta del priísmo estatal; Martha Hilda fue secretaria general del partido. Pero en el tramo final se impuso la oriunda de Atlacomulco, y su lazo consanguíneo con al menos tres exgobernadores, incluido Enrique Peña.
Ahora César Camacho ejercerá el poder desde la coordinación de la bancada priísta en San Lázaro. El exgobernador mexiquense ya fue senador y diputado federal. Por arropo del peñismo se convertirá en el pastor del rebaño priísta. El Grupo Atlacomulco también tendrá margen de maniobra para dominar algunas comisiones legislativas. En ese tramo están los mexiquenses Alfredo del Mazo, Martha Hilda González y Carlos Iriarte. Sin perder de vista a otros legisladores, cercanos al grupo, pero por otro estado como David López, Enrique Jackson, y hasta los Verdes, Francisco Funtanet y Jesús Izquierdo.
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Sobran los motivos para dudar sobre una oposición crítica por parte de la dirigencia nacional panista que encabezará Ricardo Anaya. En su presupuesto político está la designación de Gustavo Madero como futuro coordinador de los legisladores panistas. En tanto, que Ulises Ramírez se convertirá en uno de los vicecoordinadores del PAN en San Lázaro, con su ya conocido colaboracionismo con los gobiernos priístas, y particularmente con el Grupo Atlacomulco, con el que ha visto crecer su influencia al interior del blanquiazul desde Tlalnepantla para hacerlo extensivo al Estado de México.
El momento político de Ulises Ramírez es crucial en su afán por erigirse como un interlocutor del panismo con el grupo en el poder. Ulises comenzó su carrera política en el PRI, al lado de Abraham Talavera y políticos como Rubén Mendoza y Carlos Iriarte. La formación priísta de Ramírez lo hace confiable para los priístas desde el sexenio montielista y un hombre con el que se puede negociar por medio de componendas. La extensión del Pacto por México puede estar garantizada con Gustavo Madero y Ulises Ramírez como factores de poder y negociación entre el PAN y Atlacomulco.
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Restan dos semanas para el tercer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto. El viraje necesario para retomar la confianza social y su bono electoral será hacer ajustes en su gabinete. Al menos cuatro secretarios del gabinete podrían ser removidos como parte de incorporar otros liderazgos y generar certezas entre sus colaboradores.
Imposible pensar en que Peña pueda prescindir de Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong como piezas fundamentales de su gabinete, y hasta ahora las únicas figuras presidenciables de su círculo cercano. Aunque Enrique parece estar en el momento idóneo para abrir nuevas cartas a la sucesión de 2018, para medir preferencias, intereses y afectos en los tres años que restan para buscar la conservación del poder.
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