Toluca, Edomex. 17 de enero de 2017.- En la víspera de la toma de decisiones, el presidente Enrique Peña Nieto estuvo de gira por el Estado de México. Aquí se asientan los orígenes y los afectos del peñismo, que observa en la entidad mexiquense en el último reducto electoral. De ahí la importancia de definir al próximo candidato priísta a la gubernatura estatal. Desde aquí, Peña Nieto deberá garantizar su regreso a casa, una vez que abandone la Presidencia, y desde aquí también buscará conservar el poder a favor de los priístas en la elección presidencial del año entrante.
No es casualidad que el Estado de México sea la entidad más visitada en el actual sexenio. Ha sido recurrente la presencia de Enrique en la entidad, particularmente cuando atraviesa los momentos más aciagos de su mandato. Es aquí, donde Peña encuentra un arropo suficiente para salir de situaciones incómodas. En paralelo, también el gabinete peñista ha encontrado en él, el sitio donde más han acercado políticas públicas, programas, acciones y obras de relevancia e impacto clientelar.
No sólo el gabinete de Eruviel Ávila está involucrado en la tarea electoral de junio próximo. Desde las secretarías del gabinete federal, se ha segmentado el Estado de México en regiones electorales. Existe además un representante municipal con nivel de mando superior, volcado en la supervisión de la acción de gobierno, para atender y tomar decisiones inmediatas. En la medida que se acerque la jornada electoral, disminuirá la presencia gubernamental pero se acelerará la tarea clientelar.
La elección del Estado de México es la madre de todas las batallas. La derrota simplemente es inadmisible. Por esa misma situación, desde las diversas estructuras del poder, se han delegado tareas para que asuman responsabilidades. La presencia de Enrique Peña no cesará en la medida que siga representando un bono político, al menos para el priísmo mexiquense. Lo mismo transita con los integrantes de su gabinete, en especial los mexiquenses.
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Ayer, la periodista Carmen Aristegui regresó al aire, a través de su página de Internet, y reveló un nuevo escándalo en el entorno del empresario Juan Armando Hinojosa. El Grupo Higa, encargado de la construcción del hangar presidencial, habría iniciado la construcción del proyecto con diversas inconsistencias en el diseño y ejecución de la obra, lo que ha derivado en un incremento del precio original de hasta 70 por ciento. Lo anterior supone que Hinojosa habría obtenido ganancias mayores a lo que inicialmente se había contemplado.
Juan Armando Hinojosa, señalado por su conflicto de interés en la construcción y venta de la Casa Blanca a Angélica Rivera, ahora fue involucrado en tanto que Grupo Higa cambió e incluso destruyó estructuras que ya estaban construidas. Inicialmente, el nuevo hangar presidencial tendría un costo de 685 millones de pesos, al final ascendió a mil 182 millones de pesos.
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