Toluca, Edomex. 16 de septiembre de 2015.- El Grito de Independencia se está convirtiendo en un parámetro político de tendencias presidenciales. Ayer los gobernadores del Estado de México y Puebla, Eruviel Ávila Villegas y Rafael Moreno Valle echaron la casa por la ventana con un fin en común: la promoción personalizada con miras a la sucesión presidencial de 2018. Eruviel por el PRI y Moreno Valle por el PAN anhelan conseguir la hazaña de Peña Nieto, de construir una candidatura telegénica que les permita suceder al atlacomulquense en un plazo de tres años.
Eruviel Ávila logró los “amarres” necesarios para implantar el Grito de Independencia desde Toluca, y que fuera trasmitido en cadena nacional, posterior a la ceremonia oficial que encabezó Enrique Peña en la capital del país. Está claro que para Televisa toda promoción política y difusión informativa tiene un costo. El Grito de Independencia desde la capital mexiquense que dio Eruviel pudo verse desde Tijuana y hasta Mérida, en la víspera de su cuarto y antepenúltimo informe de gobierno. Nada es casualidad en la televisora privada más influyente del país.
Moreno Valle como gobernador de Puebla está en lo suyo. Organizó eventos culturales y una verbena popular en la capital poblana. El panista está encaminado a conseguir la postulación blanquiazul haciendo uso de su cargo como trampolín político. La promoción de Rafael Moreno Valle también transita por la televisión. En su intento por demostrar su músculo convocó a la clase política y empresarial que más se acerca a sus intereses y a sus componendas con el poder. La conmemoración histórica pasó a segundo plano.
En el Ángel de la Independencia, Margarita Zavala -esposa del expresidente Felipe Calderón- acompañó la convocatoria realizada por el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, para dar el tradicional Grito de Independencia en concordancia con el 76 aniversario de la fundación del partido de Manuel Gómez Morín. La presencia de Zavala también se dio bajo la misma sintonía: posicionar su imagen rumbo a las elecciones presidenciales de 2018. La clase política ha adelantado los tiempos políticos y electorales debilitando aún más la postura institucional del mexiquense Enrique Peña.
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Aunque es por todos conocidos que los tres Gritos de Independencia que ha encabezado Enrique Peña como presidente de México han sido copados por “acarreados” provenientes de municipios del Estado de México, la clase política simplemente no aprende a tener discreción, o muestra sus carencias para exhibir sus lealtades políticas a favor del peñismo. Han proliferado durante esos años, la manera en que los ayuntamientos priístas realizan la movilización de mexiquenses hasta la plancha del Zócalo capitalino.
En 2012, proliferaron los habitantes de Tultitlán, municipio ya para entonces gobernado por la priísta Sandra Méndez, quienes mostraron sus afectos al peñismo y sus filias partidistas en medio del evento cívico. En el año que transcurre se filtró una circular donde se convocó a los trabajadores del ayuntamiento de Coacalco, que domina el todavía alcalde con licencia y ya diputado federal, David Sánchez Isidoro, para “acarrear” al personal administrativo de Coacalco al Grito de Independencia de Peña Nieto, con la severa amenaza de que quien no lo hiciera sería sujeto a una sanción.
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