Toluca, Edomex; 15 de julio de 2020.- En Morena ya presupuestan sus posibles derrotas electorales. El desastre de distintos gobiernos municipales tendrá consecuencias irreversibles. El pragmatismo con que seleccionó a sus candidatos a alcaldes hace un par de años derivó en que muchos alcaldes resultaron una decepción absoluta. Los casos de Gerardo Nava en Zinacantepec y Luis Maya Doro en Almoloya de Juárez han encendido las alarmas rumbo a los comicios de 2021. La improvisación del primero y los excesos del segundo han marcado su gestión municipal.
Gerardo Nava ha hecho del ayuntamiento una agencia de empleo para sus familiares. En la Contraloría Interna del Poder Legislativo enfrenta diversas acusaciones de nepotismo. Los gastos personales con cargo al presupuesto resultan un exceso en tiempos de austeridad. Ejerce el gasto público a plenitud para beneficio propio y de su círculo cercano. Sus excesos son secreto a voces.
Luis Maya simplemente no niega su origen: gobierna como priísta. Impone sus decisiones, minimiza a la oposición, ejerce el poder a plenitud, mientras los problemas sociales le rebasan y no acepta los errores cometidos. En el colmo de males, aspira a repetir en el cargo si Morena acepta la reelección, o bien, tiene la mira puesta en ser candidato a diputado local. Su única lógica es la electoral.
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El PAN busca dar tiros de oposición. Por eso no es casualidad que Enrique Vargas concentre su operación política en Atizapán de Zaragoza. Un municipio que ya ha sido gobernado constantemente por el panismo. Muchos de sus liderazgos vigentes tienen interés en regresar al Palacio Municipal. Vargas ha logrado la unidad entre los distintos grupos políticos. El descontento social con la alcaldesa, Ruth Olvera, abre la puerta para recuperar ese tramo del corredor azul.
Cuautitlán Izcalli es otro de los objetivos prioritarios. Anuar Azar y Karla Fiesco hacen la tarea encomendada por la dirigencia panista de concitar intereses. Más allá de pensar en candidaturas, se requiere de construir estructuras: un modelo electoral ajeno al panismo, pero que Vargas ha desarrollado sólidamente en Huixquilucan. La apuesta es revivir las victorias panistas de hace 20 años.
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Cuando está por definirse la creación de nuevos partidos políticos, como el de Felipe Calderón denominado México Libre, se debe asumir que el régimen más beneficiado es el priísta. Cuando el voto se divide entre muchas opciones, y a eso se agrega un alto abstencionismo como sucede en elecciones intermedias, la recuperación electoral del PRI es casi automática. No se puede atribuir a genialidades de alguna dirigencia u secretaría de organización.
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