Toluca, Edomex. 14 de mayo de 2015.- El dispendio de recursos públicos ejercido por David Korenfeld, el defenestrado titular de la Conagua, realizó al menos dos viajes internacionales durante su gestión, caracterizados por un modus vivendi: el despilfarro. Según información publicada por el diario La Jornada, Korenfeld viajó en junio de 2014 a Francia y Holanda. Con cargo al erario, se reportó que el vuelo tuvo un costo de 144 mil pesos, cuando un viaje en primera clase por KLM, incluida la escala, tenía un precio de casi la mitad, alrededor de 78 mil pesos. En ese mismo traslado ejerció viáticos por 61 mil 391 pesos.
Un viaje más se registró en febrero del año pasado, cuando visitó Japón y Corea del Norte. El vuelo corrió por su cuenta, sin embargo en su estancia por once días, obtuvo viáticos por 32 mil 769 pesos. Aun cuando se supone que acudió con la representación de la Conagua a foros internacionales, en el registro de comunicados emitidos por la dependencia federal no se encuentra archivo alguno relacionado con este viaje.
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Todo parece que la panista Mónica Fragoso se encuentra haciendo el trabajo sucio a favor del priísta, Fernando Zamora. En medio del proselitismo por la alcaldía de Toluca, la exdiputada local sigue arremetiendo en contra de su correligionario, Juan Rodolfo Sánchez. Ahora exigió la expulsión del abanderado blaquiazul del panismo mexiquense. Insiste Fragoso que Juan Rodolfo está afiliado al PAN y a Movimiento Ciudadano, lo que es motivo suficiente para echarlo del partido que encabeza.
Además denunció presuntas irregularidades cometidas en su mandato. Ahí destacan deudas a instituciones como el Issemym por 10 millones de pesos y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por 12 millones de pesos. Juan Rodolfo desestimó y minimizó las acusaciones de Fragoso, y descartó que esto vaya a afectar sus actividades proselitistas. Lo cierto es que lo hecho por Mónica también podría catalogarse como una “traición” en las reglas no escritas de la política.
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Ha transcurrido casi la mitad de las campañas electorales, pero los nuevos esquemas de fiscalización han dificultado siquiera el posicionamiento de los candidatos. Contados son algunos espectaculares, abunda la instalación de lonas, otras tantas bardas, sin embargo, se trata de un proselitismo inédito que le apuesta al toque de puertas y al recorrido de calles incansable para el reconocimiento del electorado con sus candidatos. Mucho extrañan los partidos y sus candidatos, el despilfarro, el dispendio, y los votantes por ahora mucho que se lo ahorran.
La lectura generalizada es que el desarrollo de las campañas electorales no ha generado por ahora una alta expectativa entre los votantes. En parte por el hartazgo social hacia la clase política, en otra gran medida porque las limitaciones de difusión, promoción y propaganda han generado que la campaña por tierra no tenga el impacto necesario, lo que se sume a la lista de factores determinantes en la baja expectativa de votación. La elección del 7 de junio impondrá condiciones a favor de las maquinarias de cada partido.
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