Toluca, Edomex; 12 de julio de 2019.- Luis Videgaray, el ideólogo del peñismo ya consiguió chamba en Estados Unidos, en donde cumplirá la promesa del autoexilio político. Impulsor de la candidatura de José Antonio Meade. Ejecutor del gasolinazo. Acusado de poseer una residencia en Malinalco adquirida a Juan Armando Hinojosa. Es para muchos, uno de los grandes responsables de la debacle priísta y de la animadversión que genera la clase política mexiquense. Ya hizo maletas, para hacerse cargo de un programa de inteligencia digital en el Instituto Tecnológico de Massachussets.
Aquí en México, deja a muchos damnificados que pronto buscarán acomodo con otros grupos de poder. Luis Miranda se ha quitado de encima a su mayor rival en la cercanía con su compadre, Enrique Peña. Con esa decisión, Videgaray, en definitiva, se apartará de la política, de la que como tecnócrata siempre entendió muy poco. Para el delmacismo, también es una excelente noticia la residencia del excanciller en el extranjero. Eruviel pierde un engranaje que le permitió la sobrevivencia pública en los últimos seis años.
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El aeropuerto de Toluca sigue sin proyecto sólido. Mientras el gobierno federal apresura los procesos para construir Santa Lucía, y hace estudios de ampliación en el actual aeropuerto de la Ciudad de México, el destino de la terminal de la capital mexiquense, simplemente es incierto. La infraestructura está subutilizada, las aerolíneas comerciales no observan incentivos para mudarse a Toluca. Sigue como un aeropuerto de vuelos privados, muy lejos de la prospectiva de convertirse en una alternativa para mitigar el tráfico aéreo.
Más allá del turismo de negocios, la capital mexiquense no ofrece alternativas de conectividad ni otro tipo de atractivos para viajeros. Hay una escasa oferta del sector servicios, salvo algunos hoteles de reciente construcción o remodelación. En los últimos seis años, los gobiernos estatal y municipal dejaron caer el posicionamiento del aeropuerto, y será difícil recuperarlo del abandono.
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La próxima semana retomarán tareas normales la burocracia mexiquense. Tras la semana de asueto, se prevé una intensa actividad en la Legislatura Estatal, donde cada fracción parlamentaria dará a conocer su agenda legislativa. Hay temas inaplazables, y al parecer con amplio consenso. La Ley del Issemym se instala como una prioridad, que además generará controversia no sólo entre los derechohabientes, también entre las autoridades municipales que ven con recelo y asombro el aumento a las cuotas patronales.
Y en esa encomienda, advertir que la mayoría de los ayuntamientos son encabezados por Morena. Ahí, la aprobación legislativa resentirá sus efectos económicos para rescatar al Issemym de la quiebra financiera.
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