Toluca, Edomex. 09 de marzo de 2018.- En un plazo de tres semanas concluirá el periodo de intercampañas y arrancarán formalmente las campañas electorales. En el caso del Estado de México, sólo podrán hacer proselitismo los candidatos a senadores y diputados federales. La mayor expectativa se concentra en los aspirantes al Senado, en donde resalta el infaltable exgobernador, César Camacho Quiroz; el fenómeno de la pasada elección, Delfina Gómez; y el rock star de la política, Juan Zepeda. Desde sus trincheras buscarán influir en las campañas presidenciales de sus respectivas alianzas electorales.
Desde ahora puede anticiparse que el tono de las campañas será de ataques entre los contendientes. El mayor descrédito lo enfrenta César Camacho que simboliza a la clase gobernante, que tanto hartazgo y rechazo genera entre los votantes. Con más de 25 años en cargos públicos, ha sido alcalde, diputado federal en dos ocasiones, gobernador y senador. Pero solamente una vez ha ganado en las urnas, el resto lo ha obtenido por la vía plurinominal, la primera minoría o la imposición de las élites políticas.
Delfina Gómez no resulta la más elocuente de los aspirantes al senado, pero en la pasada elección logró concitar el voto antisistema. Su nombre aparecerá en la boleta electoral de julio entrante. Su apuesta es que el efecto López Obrador le alcance para ganarle la elección a César Camacho. El PRI ha perdido dos de las últimas elecciones de Senador en el Estado de México. En el 2000, triunfaron los panistas Carlos Madrazo Limón y Micaela Aguilar; y seis años más tarde, sacaron la victoria los perredistas Yeidckol Polevnsky -hoy dirigente nacional de Morena- y Héctor Bautista.
En la otra acera, Juan Zepeda es todavía un enigma electoral. Su campaña dependerá de la suma de los panistas. En la pasada contienda, Zepeda se convirtió en un factor de pulverizar el voto opositor, y coadyuvar al triunfo delmacista. El exalcalde de Neza alcanzó una popularidad inusitada, que lo llevó a ser nombrado como posible dirigente nacional perredista. Y en última instancia a realizar spots con Ricardo Anaya, y acompañar en la precampaña capitalina a Alejandra Barrales.
Para las campañas locales, aquellas que más atraen el interés del electorado, todavía se deberá esperar otros 50 días. El silencio obligado de los candidatos locales parece insufrible. Las campañas de presidentes municipales y diputados locales tendrán un ingrediente especial en los casos que buscan reelegirse. Ahí se concentrarán las apuestas de los partidos por conservar el poder público. Y también ahí deberá estar la mayor vigilancia del árbitro electoral para que el ejercicio del poder no sea un mecanismo de coacción de los votantes.
Finalmente, en el estado de la dinastocracia por antonomasia, las familias enquistadas en el poder, buscarán que los apellidos de siempre se mantengan en los cargos de privilegio. Y ahí, vendrá una nueva generación de la clase gobernante con los Pichardo, los Baranda, los Sámano, los Guevara, y una lista que parece interminable en cacicazgos regionales de todos los partidos.
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