Toluca, Edomex. 2 de julio de 2015.- En un par de meses, el mexiquense Enrique Peña Nieto, realizará su tercer informe de gobierno, lo que significará la mitad de su mandato. Obligado en tiempo y circunstancia deberá dar un viraje de un discurso que al parecer se ha comenzado a agotar. En sus cálculos políticos, Peña Nieto también desarrollará cambios al interior de su gabinete. Lo cierto es que los tiempos se han ido con absoluta celeridad y hay quien anticipadamente ya piensa en la eventual sucesión de 2018.
En el caso del gobernador Eruviel Ávila, su cuarto informe de gobierno también está cerca, en medio de grandes desafíos y profundos desgastes. En su balance del antepenúltimo año se acumulan los escándalos de corrupción que atraviesa OHL; la crisis que ha pegado hondo en el transporte público de la entidad; la todavía pendiente matanza de Tlatlaya; la agudizada inseguridad ante la inminente salida de Damián Canales. En tierras mexiquenses, Ávila siente tener el control político por lo prolífico que resultó la elección pasada, sin embargo, todo apunta a que se le ha venido la noche.
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José Guadalupe Luna, será electo por la legislatura mexiquense como consejero del Instituto de Información Pública en la entidad (Infoem). Remplazará a Arlen Siu Jaime Merlos, quien llegó al organismo de transparencia arropada por la bancada perredista. El nuevo nombramiento también responde a parte de las componendas políticas de los diputados locales. Para quien dude de los orígenes de Guadalupe Luna, en la última década se ha desempeñado como asesor de la bancada del PRD en el congreso local. Por si fuera poco, el futuro consejero del Infoem, fue además dirigente municipal de perredismo en Neza.
Los acuerdos legislativos de siempre se imponen sobre cualquier procedimiento democrático por cumplir con los protocolos de que los ciudadanos accedan a estos organismos, que para lo único que sirven es legitimar un sistema desgastas y corrompido. Las estructuras de poder no aguantan por más simulaciones y condicionantes que pretenden normalizar la crisis política por la que cruz el régimen. Esto es muestra de cómo todos los partidos son la misma cosa, aunque lo nieguen.
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Ayer tomó posesión de su cargo, Rogelio García Maldonado como subsecretario de Planeación y Administración. Venía desempeñándose como secretario técnico del gabinete, pero ahora es desplazado a una posición de menor rango político. En la misma Secretaría de Educación, Aurelio Robles -que ocupaba la subsecretaría de Rogelio García- fue designado como nuevo coordinador estatal del Servicio Profesional Docente.
En la toma de protesta estuvo el hasta ahora desconocido Simón Villar Martínez, que funge como secretario de Educación desde el pasado mes de marzo. Villar sustituyó a Raymundo Martínez, quien era identificado como el secretario de gobierno de facto. Ahora la secretaría de Educación ha pasado a ser una oficina más en la amplia gama de la burocracia estatal. La supersecretaría ahora estará identificada como la secretaría de infraestructura, que deberá ocupar dentro de poco, Erasto Martínez Rojas.
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