Toluca, Edomex. 01 de agosto de 2016.- Este lunes, la gasolina tendrá un nuevo aumento en su costo, lo que abona al descontento social que existe en contra del peñismo, y que pone en duda la eficiencia de las reformas. Las promesas se comienzan a desmoronar, porque simplemente no hay coincidencia entre el diseño de país que se proyectó en la legitimación de las reformas, y las condiciones de una realidad que contradice los discursos y la propaganda. Los bajos niveles de aprobación del peñismo se desploman frente a sus matices.
En un mes, el gobierno de Enrique Peña arriba a su segundo tercio. El titular del Ejecutivo Federal rendirá su cuarto informe de labores en el momento más aciago de su vida política. Sumido en una crisis institucional, que se agudiza ante las condiciones económicas, sociales y políticas que enfrenta su gobierno, su partido y él mismo; Peña asume el cuarto informe, con el desafío de que las reformas tienen tiempo de caducidad y es momento de sus resultados.
En el fondo, es una oportunidad genuina para que el gobierno peñista pueda informar y comunicar de forma eficiente los resultados favorables. El problema de forma, es que todo apunta a que la actual administración federal no ha sido capaz de propagar las cosas positivas. Han sido más fuertes las críticas y las opiniones en su contra, lo que ha desdibujado a Peña Nieto y su gabinete. El pretexto del cuarto informe es un escenario inmejorable para revertir, aunque sea mínimo, la percepción negativa existente.
Otro factor de amplias consideraciones es la falta de autocrítica. El círculo más cercano a Peña Nieto no admite siquiera la desaprobación social que enfrenta su gobierno. A pesar de los magros resultados electorales que son muestra del defecto Peña en las urnas, siempre hay quienes buscan la paja de las causas en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio para asumirse como parte del problema. El peñismo tiene contra sí los tiempos para revertir las opiniones desfavorables.
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Eruviel Ávila, por su parte, medirá los tiempos políticos para rendir su quinto y penúltimo informe de gobierno casi a finales de septiembre. En primer lugar, para dar tiempo suficiente a la promoción del informe de Peña Nieto. En segundo sitio, para que la legislatura mexiquense emita la convocatoria a los comicios de gobernador del año entrante, y el informe eruvielista sea asumido como el arranque oficial del proceso electoral. Por último, alistar el proyecto político personal de Eruviel, al que pretende sumar a gran parte de la clase gobernante del Estado de México hoy enquistada en el gabinete federal.
Tras su quinto informe de gobierno, Eruviel estará en condiciones de marcar tiempos políticos para la definición del candidato priísta a la gubernatura mexiquense. Aun cuando la toma de decisiones del ungido se dará en Los Pinos, Eruviel sí tiene derecho a marcar reglas de respeto político a su posición como primer priísta del Estado, y fijar condiciones que le permitan un amplio margen de maniobra hacia la clase política mexiquense.
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