Toluca, Edomex. 21 de mayo de 2014.- En junio del año entrante, se tendrán elecciones en todo el país, pero una apuesta clave será el Estado de México, por la dimensión de su padrón electoral, por los puestos de elección que estarán aquí en juego, y particularmente por tratarse de la tierra natal del Presidente Enrique Peña. Las elecciones de 2015, significan un incipiente diagnóstico para los partidos políticos del comportamiento rumbo al 2017, donde se renovará la gubernatura. Simple.
Falta poco más de un año para las elecciones intermedias de 2015, pero hay dos posiciones que parecen clave para el reposicionamiento del priísmo. Grupos internos, que se sienten agraviados con la actual composición del poder, pretenden influir en que haya remplazos en la secretaría general de gobierno que encabeza Efrén Rojas Dávila, y la dirigencia estatal del PRI, que preside Raúl Domínguez Rex. Sin embargo, conforme más avanza el tiempo, más se desvanece la eventual remoción de ambos políticos.
La única posibilidad de que se vayan es que se conviertan en candidatos de elección popular. Raúl Domínguez simplemente no tiene interés en ser juez y parte. El integrante de la CTC, está muy a gusto en su cargo partidista, mientras fortalece a su organización sindical con posiciones políticas. Del otro lado, a Efrén no le desagrada la posibilidad de convertirse en diputado, más si es federal y si logra posicionar su nombre en el listado plurinominal. Pero mientras eso ocurre, quienes se promueven deberían guardar cordura y mesura. Hace mucha falta.
En el PAN, ha pasado la tensión de contienda interna, y parece que todo lo que venga será mejor que en 2012. La debacle electoral de los comicios presidenciales, sólo les permitió ganar Atizapán. A 12 meses de distancia, la apuesta del panismo está en arrebatarle algunos espacios electorales al priísmo. En ese panorama se enlista Toluca, Naucalpan, Tlalnepantla y Cuautitlán Izcalli, donde alguna vez fueron bastión, y donde se pretende su reposicionamiento.
El más complejo panorama es para la izquierda. Si compiten por separado como ocurrió hace un par de años, sólo conservarán lo que hoy tienen en la bolsa: Neza y Texcoco, junto con otros municipios de menor importancia. El Morena de López Obrador será un contrapeso que puede mermar a las bases electorales de los partidos de izquierda: PRD, PT y Movimiento Ciudadano. Si alcanzan la unidad, el PRI puede preocuparse en una decena de municipios mayores.
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