Francisco Paredes
Tenancingo, Edomex. 22 de noviembre del 2017.- La comunidad de San Martín Coaxpatongo, a poco más de una hora de la ciudad de Toluca, de origen eminentemente rural, se ha cubierto de luto por el asesinato de una joven estudiante de 18 años, quien fue encontrada sin vida el pasado domingo, luego estar tres días desaparecida.
Maribel González Berna, alumna de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), salió de su domicilio en este poblado el pasado 16 de noviembre con destino a la ciudad de Toluca, sin embargo sus familiares desconocen si la joven llegó a su destino, pues su cuerpo fue encontrado tres días después, a un costado de un camino de terraceróa.
“Era una muchachita muy trabajadora, muy responsable, tenía que salir a repartir tortillas para sustentar sus pasajes, muy honrada, con su familia era muy trabajadora, los quería mucho. Su mamá vendía tortillas, ella las tenía que repartir para ganarse algo para sus pasajes.”, comentó entre sollozos uno de sus familiares quien pidió el anonimato.
A diferencia de lo que ocurrió con el homicidio de Adolfo Lagos, ejecutivo de Televisa, que murió en un robo en la carretera Tulancingo-Pirámides; en el caso de Maribel no hubo pronunciamientos públicos, ni condolencias, ni del presidente Enrique Peña, ni del gobernador Alfredo del Mazo y mucho menos el ofrecimiento de apoyo de instancias federales para la investigación.
Por el contrario, como ha pasado con cientos de casos similares de homicidios de mujeres, la muerte de Maribel pasó casi desapercibido para la élite política mexiquense, que no ha hablado del tema, ni se encuentra en la agenda de autoridades de primer nivel, como ocurrió con la pronta investigación realizada en el caso Lagos.
El lunes, en una entrevista con medios, el fiscal de justicia de la entidad Alejandro Gómez sólo ofreció declaraciones por el asesinato del ejecutivo de Televisa, pero omitió hablar del asesinato de Maribel, una de las 250 mujeres que este año han perdido la vida de manera violenta en la entidad.
El homicidio de esta estudiante de enfermería ha horrorizado a una comunidad entera y cambio por completo la vida de la familia González Bernal, quienes ahora sufren la ausencia de uno de los miembros más importantes, quien fue víctima de la delincuencia en su búsqueda de superación profesional.
La joven de 18 años de edad, viajaba todos los días más de una hora para continuar sus estudios universitarios en la Facultad de Enfermería en la UAEM, con lo que esperaba mejorar su calidad de vida y acceder a condiciones de trabajo mejor remuneradas.
Maribel González, no era ejecutiva de un consorcio internacional, solo era una joven estudiante que ayudaba a su familia a entregar las tortillas que cada mañana hacía su madre para poder contribuir con el escaso salario de campesino que tiene su padre, por lo que sus familiares aseguran que las autoridades no han dado la mínima atención en la investigación.
“Desde que se encontró su cuerpo no hemos tenido ni una llamada de las autoridades, nada, ni oyes, preséntate, nada… Lamentablemente necesita uno ser político o funcionario para que nos brinden esa atención, porque yo creo que por ser pobres, ser humildes, no tener dinero, lamentablemente no nos proporcionan lo que se requiere para que se haga justicia, lamentablemente hoy fue esta niña, pero ¿y mañana? Puede ser otra persona y así sucesivamente, pero por ser humildes no hay justicia”, comentó.
Sus padres y familiares la recuerdan en medio del dolor a unos días de su muerte y aseguran que esperan que las autoridades mexiquenses no den la espalda a este caso como ha sucedido con cientos más.
Sus familiares, padres, amigos, no se explican el motivo de este homicidio, pues están seguros que no se derivó de un asalto, pues su condición económica es tan precaria, que las pertenencias que llevaba Maribel al momento de su desaparición.
“Ella quería trabajar, superarse, ayudar a sus padres, cuando entró a la universidad, ella estaba muy contentísima, lamentablemente le arrebataron su sueño…”.
