Redacción
Durante años, el gobierno del estado de México literalmente suplicó a la Federación ya no enviar más reos acusados de delitos federales a las cárceles mexiquenses. Para 2005, el número de internos federales en la entidad llegó a ser superior a los mil 200, lo que agudizó el fenómeno de la sobrepoblación en el sistema penitenciario estatal.
Hoy la situación por fin inicia a revertirse y para finales de este año se pretende haber limpiado los centros de prevención y readaptación del estado de reos federales.
Ayer, en medio de extremas medidas de seguridad, fueron externados de las cárceles mexiquenses 100 reos acusados de delitos federales que fueron reubicados en el penal federal de Huamanguillo, en Tabasco.
Muy de mañana, se realizaron las excarcelaciones de los 13 penales estatales, pero la mayoría de ellos salieron de Neza Bordo; de Barrientos en Tlalnepantla y de Santiaguito en Almoloya de Juárez para dirigirse a la ciudad de México, donde, en avión, custodiados por policías federales volaron hacia Tabasco.
Con este traslado suman más de 400 internos los que se han entregado a las autoridades federales, lo que a su vez, a ayudado a la despresurización en los 22 centros penitenciarios de la entidad.
Aún permanecen en cárceles estatales casi 500 reos federales, que a decir del acuerdo firmado en 2011 entre la federación y el estado, a finales de este año, la inmensa mayoría ya debieron haber sido trasladados a centros penitenciarios operados por la Secretaría de Gobernación.