Francisco Ledesma / Las limitantes de la puntera
Delfina Gómez ya es la precandidata única de Morena a la gubernatura del Estado de México; y muy a pesar de presumir que irá por su quinta campaña electoral -de las cuales ha ganado oficialmente en cuatro-, su principal limitación está relacionada con su discurso titubeante, más allá de su lenguaje sencillo, cuando está por delante una agobiante contienda en la que se juega el núcleo político del país, ya sea por su estratégica posición geográfica, su numeroso padrón de votantes o su dispendioso presupuesto público.
En su primera conferencia de medios de este 2023, Morena mostró pinceladas de su estrategia mediática para arropar a Delfina Gómez. Estuvo cobijada por Mario Delgado, Horacio Duarte e Higinio Martínez, pero no sólo en su acompañamiento, sino en fortalecer su mensaje político en la víspera de las precampañas electorales, en las que será obligada su participación más activa.
Los simpatizantes morenistas, pretenden romantizar las carencias de una elocuencia, bajo el argumento de que se trata de una candidata surgida del pueblo, de origen humilde y que conecta con ese mismo lenguaje para ganar simpatías, que posteriormente se conviertan en votos. Lo cierto es que, Delfina -de una personalidad tímida-, también exhibe por momentos desconocimiento; que en otro actor político puede ser suplantado por la habilidad discursiva.
Es imposible que un gobernante esté obligado a saberlo todo, pero frente a un mitin político, una entrevista mediática o un debate público, Delfina ha tenido que cargar con un costo social mayúsculo de quienes la critican. Por esa razón, la virtual candidata morenista tendrá, a lo largo de su campaña, el arropo de Horacio Duarte; y eventualmente de liderazgos regionales que le permitan sortear una campaña más afable, y no cargar con toda la responsabilidad discursiva. Se enfrentará a escenarios controlados, que eviten una situación de vulnerabilidad que pudiera poner en riesgo su ventaja en las encuestas.
Ella buscará conectar con las propuestas que identifican a su movimiento -esas que hablan de la corrupción de enfrente- y que permiten conectar con el resentimiento del electorado; además de destacar su trayectoria profesional y su estilo de vida austero, a pesar de su vertiginoso ascenso político.
Delfina se siente más cómoda en reuniones privadas o encuentros reducidos. Ahí, la texcocana desarrolla mejor sus mensajes, escucha a sus interlocutores, y evitar un discurso prolongado le facilita su lenguaje oral y corporal. No le gusta improvisar, y tampoco es un asunto que le favorezca. Le gusta más el diálogo que el monólogo. Su vida personal prefiere mantenerla en privado.
En esos escenarios, Gómez puede conectar de mejor manera con las élites que siempre buscan un trato preferencial: los eclesiásticos, los empresarios, los líderes sindicales, entre otros; pero es mucho mejor, si se siente acompañada y aconsejada por alguien más que sea especialista en los temas a tratar.
Desde la dirigencia morenista -Horacio Duarte y Francisco Vázquez- por delante, tendrán la tarea más ríspida de la campaña. Defender a la senadora con licencia de los ataques en su contra; y también, serán quienes exhiban las trampas que pretendan instaurar desde el prianismo para ganar la elección. Además, será el equipo cercano quien se encargue de la campaña de contraste, para destacar los aspectos negativos de la candidata priísta.
Morena ha mostrado cuál será la estrategia para mantener la ventaja electoral; pero desde el prianismo, también ya se puede advertir, hacia dónde buscarán que Delfina tropiece, y comenzar la batalla electoral para derrotarla.
La tenebra
Para este Día de Reyes, de los más de veinte actores políticos de todos los partidos que pidieron la candidatura a la gubernatura, sólo tres aparecerán en las boletas electorales del 2023. No habrá ningún panista ni perredista, y eso, los desdibuja como oposición hacia las siguientes elecciones; y eso tendrá un altísimo costo político.
