Francisco Ledesma / Una elección equitativa
Como nunca antes, la elección por la gubernatura del Estado de México a resolverse en el mes de junio, enfrentará una elección en condiciones de igualdad entre sus dos principales contendientes; aunque no necesariamente por su respeto a las leyes electorales, sino por el arropo expreso de los aparatos gubernamentales para incidir en el resultado de los comicios.
Delfina Gómez, fue parte del gabinete federal, y por tanto, tendrá el respaldo absoluto del aparato gubernamental de la federación. La administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador tiene la encomienda de ganar los comicios del Estado de México, para lo cual dispondrá de todos los recursos financieros, humanos y materiales -incluida la distribución clientelar de programas sociales-, que permitan promover y movilizar a los electores, en favor del proyecto morenista en la entidad más poblada del país.
Alejandra del Moral, ha sido tres veces secretaria del gabinete estatal durante los últimos seis años. Es el alfil político por el que ha apostado el gobernador, Alfredo Del Mazo, para retener la gubernatura mexiquense a favor de la causa priísta. Fiel a la tradición del Grupo Atlacomulco, la inmensa burocracia estatal se volcará desde el gobierno y el partido, para incidir en la campaña electoral que pretende reivindicar al régimen tricolor en su principal bastión político, con la participación decidida y abierta de funcionarios en la promoción electoral de su abanderada.
Delfina surgió como la candidata natural de Morena a la gubernatura mexiquense. Luego de perder la elección de 2017, frente al priísta, Alfredo Del Mazo, fue arropada por López Obrador y se encumbró en la militante morenista de mayor ascendencia política entre los mexiquenses: senadora, súper delegada y secretaria de educación, en una vertiginosa trayectoria de apenas cinco años. Su postulación, garantizó un alto posicionamiento y evitó fracturas entre las corrientes morenistas, herederas de las tribus perredistas del siglo pasado.
Alejandra acumuló encargos en apenas seis años para hacerse de la candidatura priísta. En el último tramo eruvielista, fue secretaria del Trabajo. En el corto plazo, fue dirigente priísta en tres periodos estatutarios; además de secretaria de Desarrollo Económico y de Desarrollo Social, diputada local y candidata a senadora. Sin tener pertenencia a un grupo político, construyó su ascendencia por su buena relación con los exgobernadores César Camacho y Eruviel Ávila; el arropo a distancia del excanciller, Luis Videgaray, y se incrustó en el círculo de confianza de Alfredo Del Mazo. Contuvo cualquier división que hubiese arrojado un candidato de un solo grupo político, para alcanzar el consenso de muchos círculos del priísmo local.
En apenas seis años, Gómez y Del Moral coleccionaron tantos cargos públicos, que debieron desempeñarlos en periodos muy cortos como para haber acopiado tanta experiencia profesional como presumen sus historias de vida, hoy expuestas en campaña; o haber implementado políticas públicas de alta trascendencia en tiempo y espacio, cuando tuvieron apenas tiempo de tomar protesta y extender su hoja curricular.
Tanto Delfina como Alejandra, tuvieron en su manejo político, los padrones de beneficiarios de programas sociales, ya sea del gobierno federal como de la administración estatal, cuyo control administrativo pudiera ser fundamental en la movilización electoral del 4 de junio. Ahí, la morenista podría apostar a los votos de los adultos mayores que han sido el bloque de electores más cautivo para el lopezobradorismo; mientras la priísta, impulsará el apoyo de las amas de casa que, semana a semana, se incorporan al Salario rosa, programa insignia delmacista.
A la distancia, Alejandra y Delfina tienen una ruta semejante en la antesala electoral del Estado de México. Ambas, ya se enfrentaron en los comicios de 2018; e identifican que las elecciones se ganan en las calles y en la mesa, aunque no siempre a la buena, ni necesariamente por el respeto de las leyes electorales. En ocasiones triunfa quien hace de la trampa su mejor estrategia de campaña, y en esa premisa, enfrentarán una elección equitativa.
La tenebra
La mejor estructura electoral, no siempre se construye desde la esfera partidista; el aparato gubernamental -hace del ejercicio del poder- el mejor mecanismo para determinar un resultado en las urnas. Hoy, Delfina y Alejandra, han dependido de su jefe político para alcanzar la candidatura, y un eventual triunfo el 4 de junio.
