Toluca, Edomex; 3 de febrero de 2023.- Las precampañas electorales se han esfumado en un suspiro. Dentro de nueve días, tanto Delfina Gómez como Alejandra del Moral deberán cerrar los procesos internos de sus partidos, en los que serán electas formalmente como candidatas a la gubernatura. El último día de proselitismo será el domingo 12 de febrero. Ambas ya han determinado que el cierre de sus precampañas será en la región oriente de la entidad, donde se concentra la mayor densidad poblacional, y en el que se definirá el triunfo del 4 de junio. Posteriormente, entrarán en un periodo de intercampañas, se registrarán ante el IEEM en marzo; y arrancarán las campañas electorales el 3 de abril, y hasta el 31 de mayo.
Delfina Gómez va a la segura. Su cierre de precampaña será en su natal Texcoco, municipio que gobernó entre 2012 y 2015. Allí, en el bastión electoral de su grupo político al que pertenecen Horacio Duarte, Higinio Martínez, Francisco Vázquez, entre otros. Se espera una amplia convocatoria como preludio a la batalla maestra que iniciará dentro de dos meses. Por su parte, la priísta Alejandra del Moral, saldrá de su zona de confort, y buscará reconquistar algunas parcelas de poder de la región oriente, entre las que se contemplan La Paz o Chimalhuacán; de ser esta última opción, el guiño será lanzado para Antorcha Campesina.
A un mes de iniciado el proceso electoral, lo que queda de manifiesto es que el PAN y el PRD parecen haberse desdibujado aceleradamente. La apuesta parece muy arriesgada, no presentar una candidatura propia, a cambio de volverse competitivos para la elección por la gubernatura; pero aun cuando ganaran el próximo 4 de junio, deberán reinventarse para presentarse como una alternativa electoral para las elecciones de 2024. Y si el resultado de este año fuese adverso, el desafío para el año entrante será desolador, para ambas opciones partidistas.
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Sólo restan sesenta días, para que los gobiernos federal, estatal y municipales realicen las últimas entregas de programas sociales y apoyos materiales y económicos entre sus beneficiarios, antes de entrar al proceso de veda electoral, que impide el reparto de cualquier tipo de esquema asistencial. Incluso, todas las tareas de infraestructura pública también deberán ser suspendidas, hasta una vez transcurrida la jornada electoral del 4 de junio. El proceso de veda, además, implica que los tres ámbitos de gobierno no podrán promocionar sus actividades institucionales. Ha llegado el momento de cerrar la cortina para la clase gobernante.
En esa suerte, toda la tarea de los gobiernos en funciones estará dedicada a intensificar la distribución de sus dádivas clientelares, sin distingo de filiación partidista. Como eventos institucionales, los alcaldes saldrán a las calles, el domingo 5 de febrero, para publicar sus bandos municipales; mientras que el gobernador tiene en puerta, la celebración del 2 de marzo, en el que se conmemora la fundación del Estado de México. Ahí, será el último encuentro que pueda sostener de manera formal y abierta con las élites del poder político, económico, empresarial y eclesiástico. En adelante, deberá mantenerse aislado de la escena pública.
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En apenas un año de gobierno, el presidente municipal de Toluca, Raymundo Martínez Carbajal, ya ha tenido tres titulares del Instituto Municipal de la Mujer. Al parecer, lo que prevalece son desencuentros con quien toma decisiones en materia de género en el Ayuntamiento. Primero, fue Claudia Bastida, quien incluso había renunciado a una rectoría en el Tecnológico de San Felipe del Progreso para incorporarse al gabinete toluqueño; meses más tarde, fue designada la exalcaldesa, María Elena Barrera, quien ya tiene tareas partidistas en la campaña electoral priísta, y decidió separarse del encargo; y ayer fue nombrada Karem Santa Cruz Bretón, un perfil de la sociedad civil, quien desempeñó el mismo encargo, pero en el gobierno municipal del morenista, Raciel Pérez, en Tlalnepantla, durante el trienio pasado.
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