Toluca, Edomex; 13 de octubre de 2020.- Higinio Martínez no pierde el tiempo. Mientras la dirigencia nacional de Morena tiene una absoluta indefinición, el senador por Texcoco hace lo necesario para marcar la agenda pública del Estado de México. Se ha convertido en un poder fáctico en la toma de decisiones políticas de la entidad. Su ascendencia partidista le permite incidir en los temas de relevancia del territorio estatal. No fue necesario que este año rindiera un informe de labores, para atraer los reflectores del espectro gubernamental.
Durante los últimos dos meses, diputados, alcaldes y dirigentes partidistas dedicaron largos debates acerca de la reducción de síndicos y regidores. La iniciativa autoría de Higinio, se convirtió en el tema central para los mexiquenses hacia la elección del año entrante. Incluso, sirvió como cortina de humo o distractor frente a la reducción administrativa planteada por Alfredo Del Mazo. La discusión de la reestructura gubernamental simplemente pasó de noche.
Ahora, en los meses por delante, Higinio volverá a marcar la agenda pública. La reforma del Estado, que plantea una revisión a la Constitución local, ya involucró a los principales actores políticos de la entidad: los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en la primera línea de batalla. Y detrás de ellos: la UAEMex y la UNAM, junto con otras instituciones públicas y privadas. Tras bambalinas, el asesor de cabecera del morenista: Mauricio Valdés, ambos oriundos de Texcoco.
Higinio es un poder fáctico para las decisiones políticas. La mayoría morenista en la Legislatura local y la predominancia de alcaldes de Morena, le permite a Martínez asumir un liderazgo entre distintos ámbitos del poder público. Su gran desafío es imponer distintos candidatos y que resulten en cargos de elección a partir del año entrante, lo que permitiría prolongar su hegemonía otro trienio. En ese trance, se atraviesa la elección para gobernador de la entidad.
La preocupación del senador está en el desgaste del poder que enfrentan decenas de alcaldes y legisladores. En zonas muy específicas, aunque reducidas, el avance de la oposición es irreversible, y se advierte el triunfo de panistas y priístas. Al interior de su partido, Daniel Serrano tiene rounds de sombra, porque el Grupo de Acción Política (GAP) simplemente no voltea a verlo. Y desde la esfera nacional, difícilmente tendrá oportunidad de decidir profusamente.
Pese a ser un opositor permanente, el mejor aliado de los priístas puede ser alguien como Higinio. Aun cuando se ha confrontado con el panismo recientemente, Martínez es alguien con quien los puntos distantes pueden tener un acercamiento. Su connivencia con el poder político es lo que causa afectos con unos y desapegos con otros. Y por eso, es un factor de decisión dentro y fuera de su partido.
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