Toluca, Edomex. 11 de julio de 2017.- En los resultados del pasado mes de junio, Cruz Roa busca que se le reconozca la paternidad del triunfo, pero no sólo en el sur del Estado de México, sino por andar de un lado a otro supervisando los trabajos de “mapachería” electoral de los diputados locales. En los hechos, las estructuras de activismo electoral fueron vigiladas y aceitadas por los legisladores locales. De ahí, que todos los diputados locales que lograron ganar sus distritos pretenden que se les cuelgue el milagrito.
Sin embargo, algunos diputados locales acostumbrados al protagonismo personal les ha incomodado que Cruz Roa sobresalga en el escenario postelectoral. Quizá por eso han lanzado un “fuego amigo” en contra de Roa, con la encomienda de arrebatarle méritos en el círculo delmacista. Alfredo ha buscado marcar la distancia, particularmente de aquellos que lo desacreditaron en los meses previos a su ungimiento como candidato a gobernador.
Aunque es indudable que los diputados federales debían mayor compromiso con su excoordinador en San Lázaro, Alfredo del Mazo, fue notoria en muchos casos su ausencia, su omisión, su apatía. Hubo algunos legisladores federales que sólo aparecieron en el registro y el cierre de campaña delmacista, tal es el caso del actual coordinador de los legisladores federales mexiquenses, Carlos Iriarte, que pasó más tiempo en las campañas de Sinaloa y Coahuila, y quizá ahí deba refugiarse los próximos seis años, al no haber sido el candidato priísta.
De los pocos diputados federales que tuvieron responsabilidad, destaca Raúl Domínguez Rex, que tuvo una estructura que a la fecha muchos siguen sin entender para que sirvió. Una más fue su prima Carolina Monroy con un desempeño cuestionable, y un apretado triunfo en Metepec. Lo mismo que Pablo Basáñez, como coordinador de evaluación y seguimiento, pero que perdió en su bastión, Tlalnepantla. Y así, uno a uno, con una campaña de brazos caídos.
En la coordinación de campaña que encabeza Ernesto Nemer, advierten que la absoluta responsabilidad política de la elección fue de los alcaldes priístas. Por esa simple razón, quienes lograron la victoria delmacista llevan mano si buscan reelegirse en los comicios del año entrante. El propio Del Mazo se ha comprometido con los presidentes municipales que ganaron, a refrendarles su apoyo en las aspiraciones por permanecer en el poder otros tres años.
Tanto es el peso que les han otorgado a los alcaldes en la coordinación de campaña, que por encomienda de Alejandra del Moral, Ernesto Nemer y Efrén Rojas, los alcaldes ganadores han tenido a su disposición la evaluación de los coordinadores y delegados del priísmo en sus municipios; así como de los representantes regionales y municipales del gobierno eruvielista. Ahí, muchos saldrán reprobados por los alcaldes, en la toma de decisiones de quienes se integrarán al gabinete en septiembre próximo.
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