Por: Violeta Huerta
Las violaciones a las mujeres se vuelven una estadística para las autoridades: números que registran la comisión de un delito que lacera, humilla y destruye vidas. Los ataques sexuales a las mujeres se han vuelto parte de la cotidianidad, donde muchos ya no se asombran de saber que se cometen.
En la indiferencia y el olvido quedan las historias de las víctimas: niñas, adolescentes y mujeres que son atacadas. La mayoría de esos delitos quedan en la impunidad. La violencia hacia la mujer se tolera y la falta de castigo alienta los ilícitos. Además de violaciones las mujeres sufren agresiones y acoso.
El extremo de la violencia son los feminicidios y homicidios de mujeres: el primero un delito que hasta hace unos años muchos actores políticos se negaban a incluir en la ley, hasta que la realidad y la presión social los obligaron a aceptarlo, al igual que la alerta de género para once municipios.
El caso de Valeria, una menor de apenas once años violada y asesinada en una combi en el municipio de Nezahualcóyotl sacudió al país. Es evidente que los gobiernos han fracasado en ofrecer seguridad. Ni las calles, ni el transporte, y a veces ni los hogares son seguros: siguen los feminicidios, aunque en este caso también se exhibió el caos en el transporte: la impunidad con que trabajan, sin cumplir la ley y generando riesgos para los usuarios.
Un transporte caro, inseguro e ineficiente que desde hace meses cobra, ilegalmente una tarifa superior a la autorizada y que en algunos casos opera en franca violación a la norma, con la anuencia de la autoridad.
Desde hace tiempo organizaciones civiles han alertado que las violaciones han aumentado. Todos los días se cometen delitos de ese tipo en el Estado de México. Desde hace casi dos años hay alerta de género y no se ve trabajo de los municipios.
Las últimas cifras del Secretariado de Seguridad Pública Nacional arrojan que en el mes de mayo se denunciaron 171 violaciones: el número más alto, pues entre enero y abril se habían registrado de 148 a 161, y en total, durante los primeros cinco meses del año hay registro de 790 abusos de ese tipo.
Seguramente no son todos los que se cometieron porque muchas víctimas no denuncian y de acuerdo con la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Desser) solo en el Valle de Toluca se llegan a cometer unas seis violaciones al día, pero ni la mitad se denuncian.
Los principales focos rojos que identifican son: Toluca, Ecatepec, Chalco, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Nezahualcóyotl, y estiman que de manera general, ni un 10 por ciento se denuncia.
Hasta el año pasado otra estadística cruel de esa organización exhibía que cuatro de cada diez víctimas tienen menos de 15 años de edad. La mitad de esos delitos se cometen en hogares y hasta en un 60 por ciento de los casos los agresores son familiares o conocidos. El transporte público es uno de los espacios más inseguros para las mueres.
Las violaciones no han disminuido en los últimos años, las estadísticas prácticamente se mantienen y la comisión de esos delitos son alentados por la impunidad.
La alerta de género no parece haber servido para disminuir la violencia hacia las mujeres. El Estado de México no es seguro ni para las mujeres, ni para nadie. Urge que las autoridades en lugar de negar la realidad trabajen para ofrecer seguridad, pues en ese rubro, los gobiernos son un fracaso.
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La sociedad se ha unido con el fin de reprochar la intención de construir dos retornos en Tollocan, en el municipio de Toluca para facilitar el acceso a una plaza comercial. El argumento de los autoridades de que buscan disminuir los niveles de contaminación no es creíble. El gobierno mexiquense quiere navegar con bandera de ecologista, cuando pretende talar 230 árboles que generan beneficios invaluables.
La administración de Eruviel Ávila pagará un alto costo político y social si sigue con el proyecto y nadie cree que se resuelva con acciones de reforestación, pues la mayoría de esas actividades sólo son para la foto, y en ellas, un bajo porcentaje de árboles logra crecer y deben pasar años para obtener los beneficios ambientales que proporcionan.
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Después de que hace unas semanas el PT quería correr al diputado Óscar Vergara por no apoyar la declinación de Óscar González Yáñez, ex candidato a gobernador, el tema ha quedado en suspenso. Hay versiones de que antes de iniciar el siguiente periodo ordinario, es decir, en la segunda semana de julio, dejará al PT para unirse al grupo parlamentario del PRD, pero el tema aún no se define.
