Toluca, Edomex. 31 de octubre de 2017.- Este martes, el gobernador Alfredo del Mazo encabezará la conmemoración del Centenario de la Constitución Mexiquense. A mes y medio de su ascenso a la gubernatura, será el primer acto cívico en que aprovechará concitar a los poderes públicos del estado. Ahí estará su gabinete, jueces, diputados locales y alcaldes. El reto más importante para Del Mazo es hacer cumplir la ley, que hoy pretende celebrar. La delincuencia, la violencia, la corrupción y la impunidad lástima a todos los sectores sociales. Es inaplazable la aspiración a un Estado de Derecho para los mexiquenses.
El reto es abrumador: las policías preventivas están infiltradas por los criminales, la procuración de justicia carece de autonomía y permea la corrupción, los jueces son los más opacos en sus tareas, el sistema carcelario ha demostrado su peor rostro en las últimas semanas. Del Mazo no podrá reinventar la justicia en los próximos meses, pero las instituciones no funcionan como están. El problema no es un asunto de imponer nuevas reglas sino de hacer cumplir la ley. En el Centenario de la Constitución simplemente no hay nada que celebrar.
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Hace dos años, Luis Arias González, un militar asumía la dirección general de prevención y reinserción social. El área encargada de supervisar la vida interna de las cárceles mexiquenses. Eruviel Ávila anunciaba además la puesta en marcha de un centro de monitoreo de las 21 cárceles estatales. La consigna parece incompleta, cuando el sistema carcelario le ha explotado como una bomba al gobernador Alfredo del Mazo. Los penales no cumplen con su función, y permiten la ocurrencia delictiva entre sus internos. Un panorama desolador para quienes ahí se encuentran recluidos.
En esencia, el sistema penitenciario ha funcionado como un área de colocación de empleos para la élite política. Ahí, César Camacho colocó al operador electoral César Fajardo de la Mora; lo mismo que Montiel ubicó a Evangelina Lara -hija de la emblemática profesora atlacomulquense, Evangelina Alcántara-. El complejo sistema penitenciario fue refugio de Eric Sevilla, hoy secretario de Desarrollo Social. En el sexenio peñista también se reclutó a Alejandro Carmona Prantl, que lo mismo fue subprocurador de justicia que procurador del trabajo. La lista es larga, pero ninguno con el perfil o la trayectoria para controlar un sistema que ha colapsado en los últimos diez días.
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A base de encuestas, el grupo político que encabeza Luis Videgaray, pretende legitimar la inminente candidatura presidencial de José Antonio Meade. El tecnócrata es presentado con los menores negativos, y amplias simpatías entre sectores ajenos al priísmo. En la más reciente encuesta, atribuida a Los Pinos, Meade es presentado como el más competitivo de los aspirantes priístas frente al puntero López Obrador. En la víspera de la decisión, Peña escucha a su círculo más cercano, pero evalúa encuesta por encuesta, para ungir al candidato.
Con las encuestas bajo el brazo, el grupo de Videgaray asume que el titular de Hacienda es la apuesta más firme para conservar el poder político que hoy ostentan. En esa promoción se suma Enrique Ochoa y otros egresados del ITAM. Pepe Meade -como lo llaman para hacerlo “cercano”-, suma afectos en una competencia cuesta arriba enfrentar a quien lleva en campaña los últimos 17 años.
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