Toluca, Edomex. 30 de enero de 2017.- En el registro de Alfredo del Mazo Maza como precandidato único a la gubernatura mexiquense se evidenció falta de unidad. Hace doce y hace seis años, los aspirantes a la gubernatura declinaron y respaldaron los registros de Enrique Peña y Eruviel Ávila. En el registro de Del Mazo se ausentaron Ana Lilia Herrera, Carolina Monroy, Ricardo Aguilar, entre otros. El único presente, y obligado por su circunstancia, fue Carlos Iriarte, dirigente estatal del PRI.
Otras faltas notorias fueron los exgobernadores. Ausentes Montiel, Chuayffet, Camacho y Baranda. A pesar de ser hijo de un exmandatario, el registro de Alfredo del Mazo no tuvo el arropo de otros años, de otros candidatos y de otras cargadas partidistas. A Del Mazo le avisaron que sería candidato el jueves por la tarde. Alguien, con un interés inusitado y “fuego amigo”, le jugó sucio a Alfredo para perjuicio de su registro. El evento del viernes no fue su responsabilidad.
El discurso fue tibio. Sin fuerza y sin emociones. Alfredo tiene sesenta días para preparar los días de la campaña electoral. Aunque la más popular, la candidatura delmacista también es la más vulnerable. Su cercanía con Peña Nieto y ser heredero de un poder dinástico serán sus más grandes problemas en el terreno electoral. Alfredo debe contagiarse con la gente y sus emociones. El registro del viernes fue un muy mal preludio que se deberá corregir a la brevedad.
Alfredo poco a poco irá tomando el control político, electoral y financiero de su campaña. En esa suerte, nadie descarta la salida de Carlos Iriarte del PRI estatal. Será premiado como coordinador de los diputados federales mexiquenses. Del Mazo ya también analiza en la designación de su coordinador de campaña. Pronto, muy pronto, la estructura priísta se cimbrará en víspera de la elección.
El delmacismo entró en desgracia electoral desde 1987. Cuando Alfredo del Mazo González esperaba la candidatura presidencial, la designación cayó en Carlos Salinas. Diez años más tarde, Del Mazo González fue derrotado en los comicios por la jefatura de gobierno del extinto Distrito Federal. Hace seis años, Del Mazo Maza sentía la candidatura en la bolsa, y Eruviel Ávila se convirtió en el ungido. Seis años más tarde, será candidato a gobernador pero con una elección cuesta arriba que corre el riesgo de perder.
Eruviel será desplazado en tiempo y forma. En la medida en que Alfredo del Mazo asuma notoriedad, Eruviel se desdibujará del escenario. Del Mazo, poco a poco tomará el control político del partido. Ya comenzó encuentros con alcaldes, diputados federales y locales. El grupo político de Eruviel ha entrado no sólo en enojo sino en preocupación. Alfredo asumirá protagonismo, y poco a poco los grupos de poder formal y fáctico se volcarán a favor del priísta. El actual mandatario está disminuido y en el transcurrir de los meses se desdibujará.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx