Toluca, Edomex. 29 de agosto de 2016.- Tras la elección de la dirigencia estatal panista, Víctor Hugo Sondón tiene dos importantes encomiendas rumbo a los comicios de gobernador en el Estado de México: construir una alianza opositora con el PRD que los haga competitivos frente a la maquinaria priísta; además de convencer a Josefina Vázquez Mota de aceptar la candidatura a gobernadora para buscar el derrocamiento del Grupo Atlacomulco en territorio mexiquense.
Josefina pidió como una de sus condiciones quitar el control absoluto del panismo a Ulises Ramírez. La candidatura de Sondón -alentada por Ricardo Anaya- ayudó a mermar el cacicazgo del Grupo Tlalnepantla que dominaba Ulises, quien cedió el mando pero sin rompimiento. Ulises mantuvo una hegemonía al interior del panismo mexiquense en la última década, desde su arropo con Juan Camilo Mouriño, y con Gustavo Madero. Hoy las circunstancias se han modificado. Ulises no dirigirá pero va a pesar en la toma de decisiones del PAN mexiquense.
Ahora Sondón tiene la misión de consolidar la alianza con el perredismo; ahí Enrique Vargas tiene amplia cercanía con Jesús Ortega y los suyos, con predominancia en el perredismo nacional, y Edgar Olvera mantiene interlocución con Alternativa Democrática Nacional (ADN) que manda en el perredismo mexiquense, a través del alcalde de Neza, Juan Hugo de la Rosa. Mientras que de la candidatura de Josefina se encargará directamente Ricardo Anaya.
Los ganadores de la contienda panista son los alcaldes de Naucalpan, Huixquilucan y Atizapán de Zaragoza, Edgar Olvera, Enrique Vargas del Villar y Ana Balderas. Se convirtieron en operadores políticos del triunfo de Sondón. A ellos se suma Raymundo Guzmán, quien operó en Cuautitlán Izcalli para sumar más de mil votos para el triunfo del dirigente panista. Guzmán podría convertirse en el nuevo coordinador de la bancada panista en la legislatura local. El panismo enfrentará liderazgos políticos afanosos en buscar el triunfo en 2017.
No todo está perdido para Ulises Ramírez. De inicio, Ulises apostó por los dos candidatos a la dirigencia panista. Con astucia, entendió la nueva lógica de Anaya, y la necesidad de abrir espacios de participación a nuevos liderazgos. Ana Balderas y Adrián Juárez, incondicionales de Ramírez, operaron a favor de Sondón. No sólo eso, el presidente panista trabajó como asesor de la bancada panista cuando Ulises Ramírez era su coordinador. El propio Ulises, impulsó a Sondón como miembro de la comisión jurisdiccional en el CEN panista.
El PAN tiene la mira puesta en el 2017, entusiasmado por la vorágine azul que les dio el triunfo en siete estados en la elección de junio pasado. El Estado de México es el principal bastión del priísmo, y es además la tierra natal del peñismo, por lo que es crucial el resultado electoral del año entrante, para advertir escenarios probables de la elección presidencial de 2018.
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