Toluca, Edomex. 28 de abril de 2017.- El crecimiento en las preferencias electorales a favor de Morena es real, particularmente en el Valle de México. Por más esfuerzos del priísmo por contener el lopezobradorismo, el hartazgo social se ha decantado a favor de la candidata de Morena. El peor escenario para el Grupo Atlacomulco está en puerta: una candidatura que polariza entre buenos y malos, entre la élite y las clases populares, entre el heredero del poder público y la hija de un albañil.
La presencia de Delfina Gómez es ineludible e inocultable. El rostro de Delfina cuelga en miles de viviendas y comercios mexiquenses. Lo mismo ha logrado penetrar en el Valle de México que en el Valle de Toluca. Su éxito se atribuye en que ha permeado entre vacíos que dejó de atender la oposición tradicional de panistas, perredistas y petistas. Ahí se concentra su red electoral, acentuada por una ideología en común: un voto antipriísta por antonomasia. Morena parece inmune a los ataques que le lanzan desde las oficinas gubernamentales.
La maestra Delfina, de una humilde posición social, limitadas formas de expresión verbal y no verbal, y oscuras relaciones con el grupo político de Higinio Martínez, debe su acelerado posicionamiento electoral a López Obrador. El tabasqueño que cumple ya 17 años en campaña, ha logrado concitar las preferencias de sectores excluidos y marginados por el priísmo. No necesariamente ricos o pobres, simplemente hartos del Grupo Atlacomulco.
La elección de junio próximo, no sólo será la más competida en la historia electoral del Estado de México, ya que podría convertirse en inédita. Desde hace más de ocho décadas, el mismo partido político ha gobernado el principal semillero electoral del país. De ganar, Alfredo del Mazo será el tercero de una misma dinastía en gobernar la entidad -contando a su abuelo y su padre-, y el cuarto de la misma familia -incluyendo a su primo Peña Nieto- en detentar el poder público del estado más poblado del país. De perder, pasará a la historia también como el Labastida mexiquense.
En la víspera electoral, desde Los Pinos se operó lo necesario para deshacer cualquier intento de alianza opositora entre PAN y PRD que pusiera en riesgo su triunfo en las urnas. En el panorama, jamás visualizaron la posibilidad de que Delfina creciera tanto en las encuestas. En el escenario tendencial, la candidata de Morena y el abanderado priísta, cruzarán las preferencias electorales: la primera al alza y el segundo a la baja. El papel victimizante de Delfina le hace ganar adeptos un día sí, y al otro también. Alfredo depende únicamente de su estructura electoral, su operación y su eficacia.
El PRI ha acumulado errores sistemáticos que le podrían costar la elección de junio próximo: el gasolinazo de enero, la cotización del peso frente al dólar, el ungimiento del primo como candidato y las más recientes detenciones de Tomás Yarrington y Javier Duarte, para recordar la corrupción rampante de los priístas. A la distancia, todo apunta a que han venido siguiendo una receta, un manual para perder la elección de este año.
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