Toluca, Edomex; 28 de enero de 2020.- Los gobernadores priístas se reunieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador. El mandatario mexiquense, Alfredo Del Mazo ejerce un liderazgo de facto sobre sus homólogos. Alfredo convoca a sus pares, los representa, habla por ellos en Palacio Nacional, y es una especie de vocero frente a los medios. Del Mazo se han encanchado y le sienta bien la ascendencia entre los gobernadores priístas. Nadie le rebate que sea quien dirija la orquesta de los mandatarios tricolores.
La luna de miel con López Obrador continúa. Por ahora, el PRI se olvida de ejercer una postura de oposición política. Apoya sin respingo las políticas públicas impulsadas por Andrés Manuel. Los gobernadores, incluido Del Mazo, han superado la etapa de las rechiflas y los abucheos en cada visita del presidente en los distintos estados del país. El pacto de impunidad parece una realidad para personajes intocables del sexenio anterior. Del Mazo lo hace valer.
La dirigencia nacional del PRI está de adorno. Alejandro Moreno sólo utiliza el membrete para ser la imagen oficial del priísmo en los espots de radio y televisión; y para repartir cargos partidistas entre sus cuates. En los últimos seis meses, es difícil de recordar, casi imposible, una postura política relevante. En los hechos, el gobierno de López Obrador se entiende directamente con Del Mazo. Mientras que Moreno sólo es reconocido por Alejandro Murat y nadie más.
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La condición del transporte público en el Estado de México es responsabilidad de los empresarios, pero sobre todo de la permisividad de las autoridades. Pensar que el servicio de pasajeros va a mejorar en unos meses sólo por el alza a las tarifas es una utopía. Lo que sí prevalece es el negocio para unos cuantos. El tarifazo podría convertirse en un lastre para el actual gobierno rumbo a las elecciones del año entrante; sin embargo, todos los partidos políticos son corresponsables, porque políticos de todos los partidos tienen ahí intereses.
Es inconcebible que en el Valle de Toluca no existan alternativas de movilidad más allá de los autobuses de pasajeros. Durante los últimos quince años, los concesionarios han obstaculizado el Mexibus y otras opciones de transporte masivo, a cambio de que el negocio siga en un puñado de empresarios. En el peor de los casos, aquí circulan los taxis colectivos, que no sólo son un riesgo, sino que su operatividad está fuera de la ley.
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El próximo viernes concluye el primer mes del año. La ansiedad carcome a muchos grupos políticos al interior del gobierno y del priísmo. Los ajustes al gabinete, dicen que ahora sí, ya vienen para relanzar a la administración delmacista.
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