Toluca, Edomex, 25 de abril de 2023.- Las campañas electorales de Alejandra del Moral y Delfina Gómez han entrado en monotonía y rutinas indeseables. Es más fácil encontrar relevancia en las actividades de su equipo de activismo electoral, que en las propuestas que repiten sistemáticamente. Dicen más quienes arropan a las candidatas -aunque no necesariamente tomen el micrófono-, que ellas en sus discursos en los templetes de siempre.
La priísta Alejandra del Moral ha forzado a tener más de un evento masivo, en un mismo municipio; y en esa coyuntura difícilmente ofrece algo distinto o informativamente noticioso. La nota comienza a ser el entorno de su campaña; los egos que la rodean deben tener claro que la izcallense es la protagonista.
A propósito de la reiterada premisa de que ella toma las decisiones en su campaña electoral: ¿A poco Alejandra planeó tener en su candidatura a esos renovados cuadros en la dirigencia priísta y la coordinación de su proselitismo?
Entre quienes alcanzan una mayor notoriedad, se encuentran Laura Barrera y Karla Cortés, quienes buscarán aparecer en las boletas electorales del 2024. Sin perder de vista la presencia que realizan Martha Hilda González y Carolina Monroy.
Ayer asistieron Eruviel Ávila y María Elena Barrera, en dos actos de campaña de la priísta; y también reapareció Fernando Zamora en una reunión con estructuras. Ya no se sabe si se trata de sumar o restar adeptos para Alejandra, porque con esos políticos a su alrededor, parece un desincentivo electoral.
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Delfina Gómez volvió a pausar su proselitismo. Ya sea por la evaluación interna, o bien, porque realiza reuniones privadas; pero el equipo de comunicación está obligado a retomar las propuestas de campaña para evitar vacíos de información.
Por esa razón, se vuelven más relevantes las redes sociales de su equipo más cercano: Horacio Duarte, Higinio Martínez, Martha Guerrero, José Couttolenc.
La falta de eventos públicos también lleva a la especulación. Si quieren evitar una sobreexposición, o sólo es una estrategia para que los actos masivos que pueda encabezar de miércoles a domingo, sean de una mayor convocatoria. También puede ser que estén cuidando el tope de gastos de campaña. Pero cuando Delfina pierde presencia pública, pierde espacios mediáticos.
La gran ventaja de la abanderada de Morena, es que en la campaña de enfrente permanente están hablando de su candidatura: ya sea por las encuestas, por su desempeño en el debate, por su equipo de campaña o el partido que representa.
Todo apunta a que la pausa de cada semana, será una constante, y un riesgo absolutamente medido y premeditado; incluso eventualmente no asistir al segundo debate, porque eso restaría absoluto interés a un monologo de su adversaria, durante los treinta minutos que tendría para dirigirse a la audiencia.
Delfina busca administrar la ventaja; y lo más preocupante es que, a casi una semana del debate, no se ha difundido una sola encuesta seria, sin sesgos políticos ni afectos electorales. La campaña está por llegar a la mitad del proceso.
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