Toluca, Edomex. 24 de septiembre de 2018.- El presidente Enrique Peña tendrá aquí, en el Estado de México, su centro de operación política a partir del mes de diciembre. En la sede del Grupo Atlacomulco incidirá en la toma de decisiones del gobierno delmacista. Para un expresidente y exgobernador resulta inaceptable el retiro de la vida pública. Peña Nieto buscará desde las sombras del poder favorecer a su grupo político, a los hombres y mujeres que lo impulsaron hasta Los Pinos. Ese fue el mensaje entre líneas que lanzó el originario de Atlacomulco el pasado viernes en Palacio de Gobierno.
El ascenso al poder hace poco más de un año de Alfredo Del Mazo significó un clivaje en las estructuras de poder que ejecutaron dominancia en los últimos tres sexenios. Hasta ahora, Luis Videgaray y su grupo político, han perdido fuerza tras el desastre de la candidatura de José Antonio Meade. Relegado de las posiciones de honor apareció en el informe delmacista Aurelio Nuño. El exgobernador Eruviel Ávila, también vinculado con el canciller, padece que su círculo cercano esté ausente. Emilio Chuayffet no vive sus mejores momentos políticamente.
A pesar de la derrota por el Senado de la República, César Camacho Quiroz fue el exgobernador mejor arropado por Peña Nieto y Del Mazo. Saludos efusivos y afectuosos en el primer informe. El exalcalde de Metepec parece que no tiene nada de qué preocuparse. Un exmandatario al que no le preocupan las jerarquías mientras siga vigente, su retorno a la vida pública podría estar cerca. Camacho ha estado presente en los últimos 24 años sin descanso, pero el electorado lo mandó al tercer lugar en los comicios de julio.
Arturo Montiel estuvo presente, sigue atrayendo reflectores. Su grupo político sigue vigente. Es como la canción de Thalía: se siente y se escucha. La clase priísta de su sexenio influye de forma permanente. Ahí estaba Peña, su delfín político. Sámano, su particular. Navarrete, su procurador. Y hasta Luis Miranda, secretario de administración. Habló a favor del aeropuerto en Texcoco, el mismo proyecto que mandó imprimir en las placas de circulación y le cancelaron por la incapacidad de contener las resistencias sociales.
A propósito de Luis Miranda, nadie le pierda la vista como posible dirigente estatal del PRI, en reemplazo de Ernesto Nemer. La vigencia de Nemer en la campaña delmacista y ahora en San Lázaro ha sido por impulso de Miranda. Tiene el aval de Los Pinos y de Lerdo 300. Aunque distanciado de Montiel, puede concitar también sus afectos. De formas bruscas, Luis Miranda puede asumir desde ahí el control del partido y del grupo delmacista. Su único opositor férreo sería Eruviel, con quien mantiene resistencias desde marzo de 2011.
Tras el informe, las intrigas palaciegas vuelven a insistir con otra andanada de cambios al gabinete. En la lista, ponen por delante las posiciones que pueden construir candidatos para el futuro: Desarrollo Social, Movilidad, Medio Ambiente y hasta Seguridad. Se ve muy complicado nuevos ajustes, porque acaban de modificar cuatro secretarios, y está por comenzar la glosa del informe. El rumor, no obstante, pretende medir los ánimos de la opinión pública.
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