Toluca, Edomex. 22 de junio de 2015.- En muchos municipios del Estado de México han comenzado a estructurar los procesos de entrega – recepción aun cuando faltan más de siete meses para su conclusión. La parte más preocupante y que desgasta a los todavía alcaldes es que las cuentas cuadren y que en las finanzas haya solvencia que siempre representa un pasivo político para las administraciones salientes. Los focos rojos se han encendido en los ayuntamientos que experimentarán una alternancia partidista, sobre todo en municipios urbanos de gran impacto presupuestal.
En esa lógica se enlista Naucalpan, que tras seis años de gobiernos priístas, regresará al dominio del panismo, pero en cuyas finanzas antecede la deuda pública heredada por Azucena Olivares y los manejos financieros también cuestionados por regidores de oposición de David Sánchez Guevara, quien por cierto ya cuenta con fuero por los próximos tres años como diputado federal electo. Naucalpan, conocida como la joya de la corona, representa en materia presupuestal uno de los cinco municipios de mayor financiamiento, y por tanto en donde por su naturaleza proliferan mayores inconsistencias en sus cuentas económicas.
La otra gran alerta está en Huixquilucan. El centro político del Estado de México sólo registra una alternancia en el poder desde el año 2000. En adelante sólo se reportan gobiernos priístas. Su importancia presupuestal se concentra en los recursos propios recaudados en la zona residencial por concepto de impuesto predial. Aun cuando el PRI apuesta a revertir la reducida victoria panista, en el gobierno ya se trabaja anticipadamente para que los expedientes financieros sean consistentes y sin espacios a la sospecha. La transición ya comenzó.
En otros municipios la transición será más tersa. En Toluca y Metepec, las principales preocupaciones no están en lo financiero sino en lo político. Los alcaldes electos han comenzado con el análisis de perfiles para la eventual integración de sus respectivos gabinetes. En esa circunstancia juegan otros grupos de interés como expresidentes municipales, y en el caso de dichos municipios, del par de senadoras mexiquenses que parece tendrán amplia influencia a nivel municipal.
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En la Legislatura del Estado de México parecen tener poca disposición por sacar adelante la agenda legislativa pendiente. Aunque faltan casi dos meses para que concluya su gestión parece que la instrucción es dejar en la congeladora las iniciativas que no son prioridad del Poder Ejecutivo. El periodo ordinario comenzará hasta la próxima semana y en su calendario podría no superar las seis sesiones ordinarias del pleno legislativo. Esa transición legislativa está más próxima y con otras prioridades políticas en lo inmediato.
En paralelo, Eruviel Ávila deberá incidir en el reparto de posiciones de la bancada legislativa del PRI en San Lázaro. Para muchos Cesár Camacho se convertirá en el coordinador de la fracción pero falta por definir las comisiones legislativas que le tocarán a los legisladores mexiquenses; además de la coordinación de la bancada priísta del Estado de México. Alfredo del Mazo, Carolina Monroy, Martha Hilda González y Carlos Iriarte llevan mano.
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