Toluca, Edomex. 20 de julio de 2015.- El escándalo en que está metido David Sánchez Guevara obligaría en una auténtica democracia a anular su triunfo y quitarle su constancia de mayoría como diputado federal electo. Según una revelación de una serie de llamadas telefónicas, acredita que la alcaldesa suplente naucalpense, Claudia Oyoque Ortiz reconoce haber financiado con dinero público parte de la campaña electoral del presidente municipal con licencia. Las finanzas públicas al servicio del partido en el poder en tiempos electorales. La ilegalidad como un modus operandi de las elecciones.
El asunto que pasa desapercibido entre la opinión pública obligaría además a sancionar administrativa y penalmente tanto al candidato David Sánchez como a la alcaldesa Claudia Oyoque. Resulta inaceptable y reprobable que los gobernantes sigan recurriendo al uso de recursos públicos, como el caso de ayuntamientos, para financiar oculta e ilegalmente su campaña. Está claro que Sánchez Guevara cruza los dedos para que la supuesta investigación se alarga otras seis semanas y contar con el fuero legislativo tan indispensable para algunos políticos.
La sociedad no puede ni debe permanecer omisa, pero también se encuentra acotada para exigir rendición de cuentas. El nivel de pillería en que se ha descubierto a Sánchez Guevara como alcalde con licencia devela de forma enorme las causas de la derrota priísta en Naucalpan, y no sólo pasa la factura a la pésima candidatura del líder de los burócratas David Parra. No basta tampoco con contener los daños por el hecho de que grabar llamadas telefónicas es ilegal y es momento de concentrarse en la ilegalidad para observar sus consecuencias jurídicas en tiempo y espacio. Hasta ahora ni la Fepade ni los órganos electorales se han manifestado.
Para colmo de males, todo apunta a que David Sánchez tendrá tiempos aciagos a partir del mes de enero, para cuando el panista Édgar Olvera asuma la alcaldía y haga una revisión exhaustiva a sus cuentas. El priísta deberá hacer frente al fuego amigo que se ha desatado en su partido y a los adversarios que arribarán a suplirlo. La corrupción exhibida en su máxima expresión y en todos los niveles. Para su fortuna contará con el fuero pero también saldrá inexcusablemente responsable ante la opinión pública.
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