Toluca, Edomex. 19 de agosto de 2015.- Vaya desacierto del equipo de redes sociales de Presidencia de la República. Anoche en las redes oficiales del presidente Enrique Peña Nieto alguien tuvo la ocurrencia de publicar una fotografía de las calcetas que usó el mexiquense durante la Carrera Molino del Rey, con la cual pretendió acallar burlas y críticas en las que se suponía que el Ejecutivo federal había usado las mismas al revés.
Aclarando el #calcetagate, se leía en un mensaje que pretendía ser gracioso pero que resultó contraproducente en las redes sociales.
La andanada de críticas inundó las redes sociales en las últimas horas del martes y las primeras horas del miércoles. Muchos reclamaron la banalidad de Peña Nieto para ocuparse del asunto de las calcetas. Otros más advirtieron mediante mensajes y memes la necesidad de aclarar muchos otros temas, de verdadero interés nacional, como los casos de Ayotzinapa o Tlatlaya, la depreciación del peso, la fuga del Chapo Guzmán, el aumento de la pobreza, entre otros. Una mala decisión del community manager de Peña Nieto que terminó por costarle severas críticas a unas semanas de su tercer informe.
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Algo muy grave deberá estar pasando en el transporte público del Estado de México. Con relativa frecuencia y absoluta gravedad, en los últimos meses los operadores del servicio de pasajeros se han visto involucrados en accidentes fatales. Las autoridades parecen pasmadas, sin la capacidad de poner orden a los concesionarios. La complacencia transita entre quienes se supondría encabezan la secretaría del ramo.
Isidro Pastor hace mucho que debió haber renunciado por dignidad. Su protagonismo tradicional hoy se ha reducido a un bajo perfil inusitado. Ha asumido del síndrome del avestruz una actitud por afrontar las crisis que le rodean. El exdirigente priísta está irreconocible, y ha apostado en esa batalla al hartazgo o al olvido de quienes exigen su dimisión. Hasta ahora lo que prevalece es la impunidad de los transportistas, y para colmo, la ocurrencia de nuevos percances.
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Eruviel Ávila está convertido en el ajonjolí de todos los moles. En su calidad de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, lo mismo aparece en un evento de Enrique Peña Nieto, que de la mano del presidente del Senado de la República, Miguel Barbosa. Tal parece que el mexiquense estuviese en una muy fugaz y anticipada precampaña presidencial. Eruviel vive el momento de mayor exposición mediática, previo además a su cuarto informe de gobierno. El ecatepense está aprovechando su posición política para posicionar su imagen sin el riesgo de ser sancionado nuevamente por el INE.
Eruviel meterá el acelerador para meterse de lleno en la pelea por la sucesión presidencial. Alguien le vendió la idea de que podía repetir el esquema que llevó a Peña Nieto a la Presidencia de la República, y Eruviel no sólo compró la idea sino que busca por todos los medios hacerla realidad. Nadie se sorprenda de la información encubierta que aparece en los noticieros de televisión para impulsar a Ávila como el gobernador priísta más influyente del país. Su promoción sólo está detrás de Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong, a quienes los influenciadores les compran hasta sus fotos de twitter para promocionarlos.
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