Toluca, Edomex 16 de enero de 2019.- Francisco Guzmán, exjefe de la Oficina de la Presidencia, salió ayer a la defensa digital del expresidente, Enrique Peña Nieto frente a la acusación de haber recibido un soborno de 100 millones de dólares por parte de Joaquín El Chapo Guzmán. Hasta el momento, ninguno de los personajes cercanos, con alto nivel en la toma de decisiones del peñismo, se atrevió a salir a la defensa del atlacomulquense. Ni Osorio Chong ni Videgaray ni Aurelio Nuño reaccionaron frente a una fuerte incriminación en contra del anterior gobierno.
Peor aún, el expresidente Peña Nieto afronto la situación con un incómodo silencio. Da la impresión de que el community manager de Enrique Peña está de vacaciones y nadie más tuvo la capacidad de reacción para salir en la defensa personal del exgobernador mexiquense. Más allá de lo «absurdo» que puede resultar la versión de un testigo en el juicio del Chapo Guzmán, es imprescindible que el exmandatario tenga una respuesta casi inmediata a coyunturas políticas. Lo cierto es que la estrategia digital del peñismo en seis años, encabezada por Alejandra Lagunas, simplemente fue uno de sus monumentales fracasos.
Enrique Peña debe asumir que el año más difícil de un presidente es el séptimo. Más aún cuando entregó el poder político a un partido distinto. Primero vino la cancelación del proyecto en Texcoco, luego la abrogación de la reforma educativa, más recientemente el combate al huachicoleo que involucra a su exjefe de escoltas, ayer la inculpación de sobornos por parte del cártel de Sinaloa, y la lista seguirá acumulando negativos. Sin embargo, parece que en su círculo cercano asumieron que el 30 de noviembre terminaba la pesadilla, cuando las condiciones más complejas apenas están por brotar a la escena pública.
Frank Guzmán, eterno coordinador de asesores de Peña Nieto, desde su paso por la Secretaría de Administración hasta el sueño presidencial, es el personaje más avezado de su círculo cercano. Es además, uno de los pocos políticos que puede asumirse como hechura propia del exmandatario. En el último tramo ocupó la jefatura de la oficina presidencial con un perfil discreto, pero una amplia ascendencia sobre el gabinete peñista. En la posible inclusión de peñistas al gabinete delmacista, Guzmán es una alternativa firme. El viernes pasado estuvo presente en los funerales del exgobernador Del Mazo González.
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Los ajustes en el priísmo se ven con mucho recelo. Una nueva designación de delegados del partido cuando no hay siquiera elecciones inmediatas, simplemente no se hace atractivo para nadie, mucho menos para los exalcaldes que acaban de dejar el cargo en diciembre pasado. En el colmo de males, el reparto de posiciones siguen manteniendo injerencia algunos exgobernadores, sin imponer a su círculo cercano el actual gobernador, Alfredo Del Mazo.
Alejandra del Moral anda muy ausente. Cero posicionamiento sobre el desabastecimiento de gasolina. Tampoco se le vio presente en los funerales del exgobernador Del Mazo González. Da la impresión que la han obligado a guardar un bajo perfil, en momentos donde el priísmo ya no pesa ni en los municipios ni en la Legislatura estatal.
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Ayer Delfina Gómez, coordinadora del gobierno federal en el Estado de México, se reunió con los diputados locales morenistas. Les pidió fortalecer las tareas de comunicación, para que desde su trinchera y en cada uno de sus distritos electorales, hagan lo necesario para difundir de forma positiva la política de López Obrador en el combate al huachicoleo. Se trata de establecer una campaña en tierra para que la gente sepa, resista y tenga paciencia frente al desabastecimiento de gasolina. También se expusieron en privado, la operación de los programas sociales, y solicitó que los promuevan entre la gente de su distrito. Morena sigue en campaña, y todo apunta que lo hace bastante bien.
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