Toluca, Edomex; 11 de noviembre de 2020.- Huixquilucan se ratificará el año próximo como un bastión panista. Ahí, Enrique Vargas lanzará su candidatura como diputado local. Romina Contreras, actual presidenta del DIF, cambiará su despacho al Palacio Municipal. Desde ahí, el panismo construye su estrategia electoral para extender su influencia en la zona poniente: Atizapán de Zaragoza, Naucalpan, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla y Tepotzotlán, entre otros.
Texcoco será la punta de lanza de Morena. Ahí en la tierra de Higinio Martínez, nadie podría pensar en arrebatarle siquiera un seccional. Es un salto al vacío quien sea postulado por otra opción electoral. La dominancia del GAP acumula 20 años de antigüedad. Y desde su zona hegemónica, Morena busca reivindicar triunfos en Ecatepec, Tecámac, Tultitlán, Coacalco, Los Reyes, entre otros. Desde Texcoco se construye el camino hacia Palacio de Gobierno en Toluca.
Un dato revelador: Delfina Gómez, actual coordinadora de programas sociales en el Estado de México se ha distanciado del Grupo de Acción Política. La excandidata a gobernadora se siente arropada por López Obrador y su equipo más cercano. En casi dos años de gobierno federal, Gómez ha consolidado una sana interlocución con el delmacismo. Su bajo perfil hace suponer que no tiene aspiraciones futuras. De su trabajo político y social poco se conoce o informa.
¿Y el PRI? Apuesta a reconquistar el voto verde, su voto duro asentado en la zona norte de la entidad, ese vinculado con el sector campesino. Su principal objetivo sería Atlacomulco, hoy gobernado por Morena, tierra que da nombre al grupo político dominante del PRI local, y al que pertenecen Peña, Montiel y Del Mazo. Desde la tierra de Isidro Fabela ampliar sus triunfos hacia Acambay, Aculco, Jocotitlán, Ixtlahuaca, Jilotepec, San Felipe del Progreso y El Oro.
El resto de los partidos irán a la pepena de políticos y de municipios. El PRD aspira a retener los ayuntamientos que hoy gobierna. Su principal riesgo es perder Nezahualcóyotl, su bastión de 25 años. El Partido Verde tiene como principal objetivo conservar su registro en la entidad. Ambos pueden conformarse con tres legisladores locales y un puñado de alcaldes. Hacia los comicios de gobernador, deberán aliarse con el mejor postor electoral.
De los nuevos partidos políticos hay poco qué decir. Ahí, vendrá el reciclaje político como principal condición. Expriístas, expanistas y experredistas con aspiraciones de aparecer en las boletas, aunque con mínimas posibilidades de triunfo. Será toda una hazaña quienes alcancen a completar los 211 candidatos en el estado, incluidos los 125 aspirantes a alcaldes -más sus planillas de síndicos y regidores-, 45 a diputados locales y 41 más a legisladores federales.
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