Toluca, Edomex; 10 de julio de 2023.- Con la constancia de mayoría en la mano, Delfina Gómez podría iniciar esta semana de manera formal, el proceso de transición con el gobierno saliente del priísta, Alfredo Del Mazo Maza. En la mesa, la morenista deberá presentar a su equipo de transición, y desde ese instante, dará algunas pinceladas de la definición de su posible gabinete. El intercambio de información entre las dependencias será más fluido; y se avanzará en el proceso de entrega – recepción que deberá concretarse en septiembre.

Delfina Gómez ha dado un paso gigantesco hacia la gubernatura. Su equipo de campaña se sentía tan seguro del triunfo electoral que, desde hace meses planearon ya el proceso de transición; el programa de los 100 días de gobierno; y ya tienen un avance enorme respecto de su plan sexenal. En próximos días, también iniciará su gira de agradecimiento, siguiendo la ruta de su jefe político, Andrés Manuel López Obrador. Será una buena ocasión para placear a los alcaldes y diputados locales morenistas. Ahí, también mostrará sus afectos.

Antes de que asuma el poder, la gobernadora electa -al igual que sus antecesores- tendrá oportunidad de someter a la Legislatura estatal un eventual ajuste en el número de secretarías; en la denominación de las mismas; o incluso en una modificación a sus atribuciones. Tanto Eruviel Ávila como Alfredo Del Mazo crearon o suprimieron dependencias. Delfina no sólo puede marcar un cambio de partido político, también en el rumbo que asumirá su gobierno.

El ala más radical del priísmo, volverá a la crítica aguda sobre Alfredo Del Mazo. Pretender culpar de la derrota al gobernador en turno -por omisión o acción deliberada-, resulta tan simplista como evitar reconocer la cauda de excesos, errores, abusos y desaprobaciones de los últimos treinta años. La defenestración del PRI no se construyó en seis años. Avanzar en el proceso de transición es una acción inercial en cualquier sistema democrático. Nada es para siempre.

El Estado de México enfrenta una alternancia inédita. Para los más de tres millones de mexiquenses que votaron por Delfina, existen altas expectativas de que tendrá la capacidad y la voluntad para hacer un gobierno distinto. Ahí, la morenista tiene un gran capital político; y una alta legitimidad. Sin embargo, el haber ganado por sólo un dígito, también le exige cumplir de forma muy rápida al menos con un gobierno austero, y que gane credibilidad con los suyos.

Están muy próximas las elecciones de 2024. Y desde ahí, la oposición, y los más de dos millones 500 mil personas que sufragaron en su contra, buscarán cualquier error para mermar su bono electoral. Los priístas y los panistas tendrán las condiciones para consolidarse como una oposición seria, desde el Poder Legislativo y desde sus dirigencias partidistas. Pero no deben cometer el error de tener impresentables como Alejandro Moreno, de caer en histrionismos como los de Santiago Creel, o en liderazgos de papel como los de Marko Cortés.

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