Toluca, Edomex; 10 de marzo de 2022.- Alberto Bazbaz llegó hace catorce años al Estado de México recomendado por David Korenfeld, como integrante de la comunidad judía que pujaba por incursionar entre las élites políticas. En el sexenio peñista, se convirtió en procurador de justicia estatal, cargo que debió abandonar en 2010 tras la inverosímil investigación relacionada con la muerte de la pequeña Paulette; pese a su defenestración, su grupo político ha mantenido el control administrativo y operativo de la procuración de justicia estatal hasta la fecha.
Hacia la recta final del peñismo, Alfredo Castillo Cervantes -responsable de la investigación de Paulette y subprocurador en Izcalli-, asumió el cargo de procurador; despacho en el que fue ratificado en la transición del gobernador, Eruviel Ávila. Lo cierto es que, los Cervantes tomaron un control absoluto de los asuntos jurídicos del peñismo, en medio de escándalos políticos.
En la elección de 2012, Humberto Castillejos Cervantes fue electo diputado local por el Partido Verde, encargo que desempeñó tan sólo cuatro meses, para convertirse en el consejero jurídico de la Presidencia de la República. Mientras tanto, Alberto Bazbaz asumiría el cargo de titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, dentro de la Secretaría de Hacienda de Luis Videgaray. Por su parte, Alfredo Castillo, fue nombrado subprocurador de la PGR, encabezada por el exgobernador hidalguense, Jesús Murillo Karam.
Eruviel, por su parte, nombró como procurador de justicia a Miguel Ángel Contreras Nieto. En una sacudida a su gabinete, para 2014, desde Los Pinos le enviaron como operadores a José Manzur a la Secretaría General de Gobierno; a Arturo Osornio en Desarrollo Social; a Carlos Iriarte como presidente del PRI mexiquense; y a Alejandro Gómez Sánchez -con el arropo de los Cervantes- como procurador justicia, quien renunció en la víspera al cargo de fiscal general.
Desde 2008, los Cervantes -junto al grupo político de Bazbaz- se han vuelto en la piedra angular de la procuración de justicia en el Estado de México.
Ahora, han impulsado a José Luis Cervantes Martínez, quien será elegido este jueves por la Legislatura estatal para encabezar la Fiscalía General de Justicia por los próximos nueve años. En tiempos de Bazbaz, fungió como subprocurador de Tlalnepantla, y hasta hace un par de semanas era magistrado del Poder Judicial, encabezado por Ricardo Sodi Cuéllar.
Las ligas políticas de los Cervantes, se extienden por otras ramas del gobierno. Roberto Cervantes Martínez -hermano del inminente fiscal- se desempeña como director de administración del Poder Judicial del Estado de México. En el sexenio peñista, fue nombrado director general de la SCT en la entidad.
Nadie sabe cuáles son los secretos que guardan sigilosamente los Cervantes respecto de los exgobernadores o el mandatario en turno, para prevalecer en las estructuras del poder. Lo que es indudable es que, ahí se mantendrán al menos hasta el final del sexenio delmacista, y no necesariamente por su eficiencia, porque la procuración de justicia adolece las mismas carencias que hace tres lustros.
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