Toluca, Edomex. 08 de febrero de 2018.- El dedazo se impondrá como método de selección interna durante el fin de semana, en la definición de candidaturas de alcaldes y diputados locales. Todos los partidos políticos, sin distingo, muestran su ADN priísta, para hacer de la imposición su mejor mecanismo de privilegiar a las élites políticas. La militancia será marginada de la toma de decisiones, en una simulación de democracia interna, en donde las dirigencias partidistas postularán discrecionalmente a sus candidatos. A los militantes les resta acatar las designaciones de las cúpulas del poder político.
El PRI terminará por legitimar la designación de candidaturas palomeadas por el gobernador, Alfredo del Mazo, mediante supuestas convenciones de delegados distritales y municipales. En otros casos se apelará a la postulación directa. En el PRD, ya preparan su consejo estatal para el próximo sábado, donde votarán por una lista de candidatos que ha sido negociada para favorecer el peso político de todas sus tribus. En Morena, las candidaturas han sido previamente negociadas y asignadas por Higinio Martínez y su grupo, y mediante Consejo Nacional se votará por su legitimación. Y en el panismo, la postulación directa eliminará la posibilidad de que su militancia decida a sus candidatos.
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Desde inicios de este año, toda vez que el gobierno mexiquense que encabeza Alfredo del Mazo definió la imagen institucional de su administración, poco a poco el mandatario estatal ha ido delineando su mensaje político. En el centro de atención a puesto a las familias (fuertes) mexiquenses. Prevalece una promoción personalizada del gobernador, mientras su gabinete tiene una actuación reducida. Paso a paso se observa un gobernador con mayores definiciones en su proyecto de gobierno y sus propósitos políticos.
Otro factor de relevancia, lo arroja que su difusión se concentra en el manejo de sus redes sociales. Existe un desdén hacia la comunicación tradicional. Lo cierto es que los medios de comunicación parece no forman parte de esa estrategia de vinculación entre gobierno y sociedad. Aunque la evolución tecnológica advierte nuevas audiencias digitales, se debe entender que hay formas de difusión que no pueden abandonarse.
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Una de las principales promesas de la entonces campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, consistía en reducir el número de senadores y diputados federales plurinominales. En sus spots electorales, el atlacomulquense identificaba gran parte del hartazgo social hacia la clase gobernante, en el abultado número de legisladores pluris, por quienes nadie vota directamente y sin embargo representan un gasto sustancial del Poder Legislativo. Cuando faltan escasos siete meses de la actual Legislativo Federal, el gobierno peñista no ha mandado iniciativa alguna para reducir el número de legisladores federales.
Por el contrario, en la ecuación peñista resulta favorable mantener a 64 senadores y 200 diputados plurinominales, como parte de generar equilibrios y un contrapeso de poder ante su inminente salida de Los Pinos. Entre los pluris del PRI y de sus aliados electorales, Peña Nieto busca garantizar su seguridad personal, política y jurídica ante cualquier intento de juicio político. Sin embargo, el incumplimiento de la promesa, será parte de ese golpeteo electoral para ahondar en el desprestigio presidencial.
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