Toluca, Edomex. 07 de agosto de 2018.- Ernesto Nemer ya no cargará los peregrinos como dirigente estatal priísta. Todo está listo para que la dirigencia estatal del PRI se renueve en noviembre próximo. Alfredo del Mazo deberá dar un golpe de autoridad frente a la debacle electoral. La próxima dirigencia priísta tendrá dos encomiendas: deberá asumirse como un factor de oposición del Ejecutivo Federal; y también, erigirse como el priísmo más influyente del país.
Muchos han levantado la mano. Lo cierto es que la decisión no estará sujeta a simpatías sino a las componendas del poder. Con opciones reales están dos de los tres únicos ganadores como diputados federales: Ricardo Aguilar -que ya ocupó el cargo- y Cruz Roa -un eruvielista nato-. Lejos, pero otros ven a Francisco Guzmán. Nadie pierda de vista a Miguel Sámano y a Manuel Cadena, cercanos al exgobernador Montiel. Tampoco hay que descartar a Dario Zacarías Capuchino, de Acolman, uno de los principales operadores políticos de Alfredo del Mazo. En las apuestas no hay falsos mesías ni dinastías privilegiadas.
En lo que resta del PAN, también todo está listo para elegir a un nuevo dirigente estatal antes de que finalice el año. Enrique Vargas, alcalde de Huixquilucan, ha forjado desde ahora, una sólida alianza con la actual dirigencia que encabeza Víctor Hugo Sondón, y su tutor político, Edgar Olvera. Está claro el desplazamiento de Ulises Ramírez de la toma de decisiones. Los momios del panismo apuntalan a favor de una mujer: Ana Balderas, alcaldesa de Atizapán de Zaragoza, puede concitar a las élites panistas.
También en el PRD estatal se perfilan ajustes. Omar Ortega solicitará licencia al cargo de dirigente, antes de que se convierta en diputado local. Entre septiembre y enero próximo, se alista a un presidente interino en el comité perredista. Mientras que Ortega se convertirá en el coordinador de la bancada del PRD en la Legislatura Estatal.
Los pronósticos de la próxima dirigencia perredista favorecen a la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN). Como principal tirador de la dirigencia se sitúa Luis Sánchez Jiménez -actual senador y exalcalde de Neza-. En la misma acera, otro que aspira a la dirigencia es Javier Rivera Escalona -eterno representante del PRD ante el IEEM-. Sin embargo, Rivera todavía busca a la impugnación electoral para colarse como diputado local, en cuyo caso no podría aspirar a la dirigencia partidista. De Sánchez o Rivera saldrá el humo amarillo de la presidencia del PRD para el periodo 2019 – 2022.
En Morena, estaba prevista la renovación de la dirigencia en noviembre entrante. De última hora, frente a la proximidad del ascenso al poder de López Obrador, se determinó que la renovación de dirigencia morenista ocurra hasta el próximo año. Cómo Horacio Duarte asumirá cargo público en diciembre, –será responsable del programa de jóvenes que impulsa el presidente electo– dejará la dirigencia estatal y entonces se designará a un delegado al frente de Morena en el estado de México, que estará en el cargo entre 8 y 10 meses. Luego vendrá la elección interna formal para elegir al nuevo dirigente del partido en el estado Ahí, se anticipa una disputa entre los que se consideran «puros», y fundadores del Morena, frente al GAP de Higinio Martínez que ha dominado la toma de decisiones dl partido en los últimos dos años.
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