Redacción
Toluca, Edomex. 07 de agosto de 2017.- La ecuación de moda en los corrillos políticos del Estado de México coincide en hacer apuestas sobre la integración del próximo gabinete de Alfredo del Mazo, que mañana será declarado oficialmente gobernador electo. El priísta tiene la encomienda, dicen los que saben, de impulsar una nueva clase política que responda a sus intereses, a su ejercicio de gobierno, y que eventualmente le garantice gobernabilidad.
Lo que parece inevitable es la salida del Grupo Ecatepec. Quizá por eso sea entendible que en la víspera el otrora poderoso Erasto Martínez haya sido premiado con una notaría pública. Mientras que Carlos Aguilar decidió vacacionar en tierras lejanas, aunque ya de vuelta para preparar el último informe de Eruviel Ávila.
Los trabajos de entrega – recepción quedarán listos dentro de 30 días. Nadie esperará al 16 de septiembre para escuchar el toque de Golondrinas. Eruviel y sus más cercanos entienden que ha llegado el momento de retirarse, y de padecer las afrentas que ellos cobraron.
Con Del Mazo se mostrará el regreso del Grupo Atlacomulco y los “tolucos”. El sueño presidencial se volvió en pesadilla, y muchos regresarán del gabinete peñista. No es casualidad que los mayores nombres del posible gabinete sean del Valle de Toluca: Nemer, Roa, Sámano, Aguilar. Del Valle de México, la lista parece más escasa: Jacob y Del Moral. En suma, Alfredo está obligado a pagar tanto compromiso asumido en la campaña y su raquítico triunfo electoral.
Hay otra premisa en la que coinciden los futurólogos. Es inaceptable que Del Mazo posicione en la primera fila a la dinastocracia. Para eso están las segundas posiciones o el segundo tercio de su mandato. La posible incorporación de juniors Baranda, Ruiz Dosal, Pichardo, Camacho, Nemer Monroy y demás, sería asumida como una afrenta para la militancia sin estirpe. Del Mazo debe apostar por la meritocracia o perfiles altamente especializados en las áreas de su gobierno.
Por si fuera poco, las diferencias y las distancias entre el equipo saliente de Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo se agudizarán con motivo de la XXII Asamblea Nacional del PRI, donde se discutirán las reglas de selección del candidato presidencial. En el espectro mexiquense, habrá que evaluar el peso político que ejerce Eruviel por sus aspiraciones presidenciales, o bien, Del Mazo como ya líder político del estado más influyente gobernado por el priísmo.
Del Mazo tiene las herramientas para cobrarse las afrentas que padeció su grupo político durante el eruvielismo, quien imaginó que su sexenio sería interminable, o bien, proyectó las condiciones para preservar el poder para uno de los suyos en la sucesión de la gubernatura. Desde Los Pinos, Alfredo ha recibido un respaldo inconmensurable, y Eruviel lo ha comenzado a resentir.
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