Toluca, Edomex; 7 de abril de 2020.- Decenas de ayuntamientos han decidido frenar sus actividades no esenciales con motivo de la emergencia sanitaria. La medida más inmediata ha sido descansar a su personal. Primero, fueron los adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas. En segundo lugar, otros enviaron al resguardo domiciliario al personal secretarial. Las áreas que resultan indispensables fueron servicios públicos, seguridad pública y agua potable. El resto cubre en muchos casos guardias.
La más profunda preocupación de los alcaldes en funciones se encuentra en la eventual disminución de participaciones presupuestales. Muchos desde ahora ya diseñan un plan de contención del gasto. El impacto más severo será la cancelación de acciones de obra pública. Otros, invariablemente ya valoran una reducción en su gasto de nómina, y hasta en recortes de personal. Los pasivos con sus proveedores crecerán profusamente. El escenario es muy incierto.
Lo peor en el ámbito municipal, es cuando se reflexiona que el año próximo habrá elecciones. El margen de maniobra se reduce por la veda electoral para el desarrollo de acciones o programas. En muchos casos, hay alcaldes que ya piensan en la reelección. Los proyectos de infraestructura que se cancelen este 2020, difícilmente serán retomados el año entrante. Si algunos presidentes municipales ya eran una decepción, terminarán por confirmarlo.
Lo cierto es que, los municipios poco o casi nada pueden hacer para afrontar una emergencia sanitaria. Sus facultades son escasas, por no decir que nulas, en el ámbito de la salud. Sin embargo, los efectos colaterales y las consecuencias inmediatas son las que realmente afectarán su toma de decisiones. Lo menos que pueden hacer, es contribuir a contener la fuente de contagios.
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En los últimos días, distintos integrantes del gabinete delmacista han difundido ya diversas reuniones virtuales con otras áreas de gobierno; así como con sectores empresariales y productivos del estado. Más allá de las fotografías que propagan desde sus casas, mucho abonaría se informara sobre los acuerdos, las acciones y las estrategias a seguir para los meses por delante.
Más allá de la emergencia sanitaria, existen otros rubros de profunda preocupación e incertidumbre para los mexiquenses. Es ahí, donde los secretarios del gabinete deberían otorgar respuestas a sus gobernados: qué va a pasar con el ciclo escolar en la entidad, cómo se defenderán los derechos laborales de los mexiquenses, y qué va a pasar con la entrega de programas sociales en los meses por delante. Ahí se concentran sus inquietudes.
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