Toluca, Edomex. 03 de febrero de 2017.- La postulación de Josefina Vázquez Mota como candidata a gobernadora del Estado de México avanza a paso firme. La cúpula panista ha convencido a Vázquez Mota de participar en la contienda electoral de junio próximo, para lo cual sólo faltaría una mínima condición: unidad. Tras su estrepitosa derrota en los comicios presidenciales de 2012, Josefina habría solicitado que todos los aspirantes panistas conformen un bloque sólido para enfrentar al PRI y al Grupo Atlacomulco. Una traición al interior del panismo podría deshacer cualquier pacto a favor de Josefina.
Hasta el momento, Núñez Armas, Juan Rodolfo, Durán y Laura Rojas habrían aceptado jugar en unidad con Vázquez Mota. La única resistencia que han encontrado las dirigencias nacional y estatal ha sido la aspiración de Ulises Ramírez, que ha configurado un cacicazgo en el panismo mexiquense desde hace una década. La fecha límite para que Ulises desista de su aspiración es el próximo 17 de febrero, quien de declinar a su postulación abriría paso a la exsecretaria de Educación.
Ulises Ramírez, expriísta de origen, ha sido diputado local y federal, alcalde de Tlalnepantla y hasta senador por el PAN. Alcanzó su momento cumbre como coordinador de asesores del finado secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño. Hace seis años, declinó su aspiración a la gubernatura a favor de Luis Felipe Bravo Mena. Hoy, Ulises insiste en ser candidato a gobernador, aunque algunos advierten que su genuina aspiración sólo busque ser comparsa del priísmo, a cuyos intereses ha respondido desde su posición panista.
Por si fuera poco, la resistencia de Ulises para ser candidato a gobernador se enmarca en la anticipada contienda presidencial al interior del panismo. Ramírez ha recibido el respaldo del saliente gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. Mientras que Josefina es promovida por el dirigente nacional panista, Ricardo Anaya. Aunque Margarita Zavala no ha fijado postura respecto del proceso electoral mexiquense, sus afectos también se inclinarían por Vázquez Mota, quien colaboró cercanamente con el gobierno calderonista.
La eventual candidatura de Vázquez Mota parece estar acompañada de otras componendas con el poder. Desde las negociaciones que encabezan Ricardo Anaya y Víctor Hugo Sondón, se especula que Josefina haya solicitado posiciones para su grupo político al interior de los órganos de dirección panista, o incluso en algunas candidaturas a alcaldías y diputaciones que estarán en juego en la elección de 2018. Al final, lo que buscaría Vázquez Mota, es ganar políticamente aunque pierda los comicios de junio.
La apuesta del PAN transita por confirmar, al menos, ser la segunda fuerza del Estado de México con su padrón electoral de más de once millones de votantes. La última elección de gobernador fue catastrófica para el panismo con apenas 500 mil sufragios, ante una abrumadora maquinaria priísta que rebasó los 3 millones de electores. La candidatura de Bravo Mena sufrió de abandono, simulación y desaires desde las estructuras internas. Hoy, en el escenario, la única candidatura competitiva según las últimas encuestas, sería la postulación de Josefina.
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