Toluca, Edomex. 2 de noviembre de 2015.- El Movimiento de Regeneración Nacional pospuso una semana su Consejo Estatal, inicialmente programado para el 7 de noviembre, donde elegirá a su próximo dirigente estatal en el Estado de México. La razón fue la suspensión previa de dos asambleas municipales en Zumpango y Coacalco que se realizarán en estos días.
Si no hay otro retraso de ultima hora, el domingo 14 de noviembre saldrá humo blanco del partido que fundó López Obrador para tener a su nuevo dirigente estatal. Morena busca un presidente con mayor peso político y mediático que Pedro Zenteno, el primer dirigente estatal, sancionado hace unos meses por desobedecer un mandato de la comisión de honor y justicia.
En el escenario político por delante, todo hace suponer que el mandamás de Morena del Estado de México será uno de los allegados el siempre acomodaticio con el poder priísta, Higinio Martínez, ex candidato a gobernador y alcalde de Texcoco. Higinio no fue el único de los candidatos a alcaldes que ganó en la pasada elección municipal, sino su grupo también obtuvo victorias en los comicios donde estaban en juego las diputaciones federales y locales. Ningún otro grupo, al interior de Morena, tiene la estructura del colectivo que encabeza el texcocano.
Entre su baraja de opciones Higinio Martínez ha puesto en la mira a dos de sus incondicionales: por un lado Horacio Duarte Olivares -quien defendió a López Obrador del proceso de desafuero en San Lázaro allá por 2005 y actual representante de Morena ante el Consejo General del Instituto Nacional Electoral-, o bien Maurilio Hernández -ex coordinador de la bancada del PRD en la legislatura estatal y compañero diputado de Enrique Peña-. De esas dos cartas parece saldrá el candidato con mayores posibilidades de triunfo en el consejo estatal.
Por donde se le vea, no parece, de entrada, el mejor panorama para una oposición que se pretende asumir distinta a la clase gobernante prevaleciente en el Estado de México, y de una singular postura de rechazo frente al Grupo Atlacomulco.
Sabedores de esta condición, existe otra corriente al interior de Morena que busca impedir que el ex perredista asuma el control de Morena.
Juan Ramón López Beltrán, el hijo mayor de Andrés Manuel López Obrador, y quien durante los últimos 24 meses ha hecho trabajo de organización del partido en la entidad, aún no define a quien impulsará en el consejo estatal para pelearle la dirigencia del partido al grupo de Higinio Martínez.
Hace tres años, esta corriente impidió que los texcocanos asumieran el control del partido, pero ahora, pareciera algo inevitable, pues son el grupo con mayor estructura y el que mejores resultados electorales ha obtenido en la entidad.
Después del Distrito Federal, el Estado de México implica un bastión electoral para López Obrador desde la elección de 2006 cuando sacó casi 2.5 millones de votos.
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Antes de que concluya el año, el gobierno de Eruviel Ávila estará obligado, al menos moralmente, a dar un primer balance de los resultados de la Alerta de Género declarada en once municipios mexiquenses. Fue uno de los logros más destacados por Eruviel en su cuarto informe de gobierno, y al mismo tiempo, la violencia de género sigue siendo uno de los principales reclamos de la sociedad civil. El gobernador tiene la encomienda de ofrecer avances o retos de lo que implica la Alerta de Género en la entidad.
Con el cambio de gobierno a nivel municipal, el eruvielismo debe estirar puentes con las nuevas autoridades locales para atender la Alerta de Género en esas regiones. La estrategia no puede ni debe ser de lucros políticos, que se limitan a la promoción personal o institucional de los gobernantes o los gobiernos. Por lo tanto, organizaciones sociales y otros niveles de gobierno merecen conocer el avance, la condición actual o bien el entramado futuro para que la violencia de género disminuya.
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