Toluca, Edomex. 02 de mayo de 2018.- Algunos priístas no están guardando las formas y andan muy ansiosos de arrancar campaña. Ayer en la asistencia que tuvo el candidato presidencial, José Antonio Meade se pudo distinguir la presencia de al menos tres candidatos a alcaldes, quienes por el simple hecho de estar en un evento proselitista de su partido, podría imputarseles actos anticipados de campaña. Si bien no hicieron uso de la palabra ni subieron a escena con Meade, hay videos y fotografías de aspirantes a presidentes municipales en periodos de intercampaña en los que deberían estar ausentes.
En primera fila se pudo observar la presencia de Martín Sobreyra, quien ejerce un cacicazgo sobre Nicolás Romero, y donde pretende por enésima ocasión convertirse en alcalde. También, en un lugar privilegiado dentro del acto priísta apareció Abel Domínguez Azuz, actual diputado local con licencia, que competirá por segunda ocasión por la alcaldía de Zumpango, donde mantienen una hegemonía dinástica; y finalmente, Arturo Martínez Alfaro, que contiende por la presidencia municipal de Huixquilucan, cuya candidatura prácticamente nadie quiso. Los tres pueden hacer actos de campaña hasta el próximo 24 de mayo, pero ayer estuvieron en pleno proselitismo.
Hasta ahora, en los actos de campaña que emprenden los candidatos a senadores César Camacho Quiroz y Alejandra del Moral Vela, ha sido notoria la ausencia de candidatos a alcaldes y diputados locales. Buscan un blindaje a cualquier posible impugnación en una elección tan competida. Sin embargo, alguien pasó por alto la recomendación, y ahora tienen un entramado legaloide en contra de quienes ayer aparecieron junto a Meade. Y es que aunque no hayan tenido una participación activa, Meade llamó a ganar cinco de cinco, y ahí van incluidos quienes todavía no pueden hacer campaña y andaban muy alegres arropando al exsecretario de Hacienda.
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David Sánchez Isidoro, ex alcalde de Coacalco y quien fue obligado a renunciar a la candidatura a la presidencia de ese municipio hace unas semanas por estar involucrado en un juicio de desacato que ordenó iniciar la Corte en su contra, no la pasó nada bien ayer en el evento proselitista de José Antonio Meade en su municipio.
A Sánchez Isidoro se le pidió no asistir al acto, pero necio se las ingenió para estar presente y llegar hasta la primera fila donde se ubicaría el gobernador Alfredo del Mazo y el candidato presidencial.
Ataviado con una gorra para tratar de pasar desapercibido, Sánchez Isidoro se plantó frente al gobernador Alfredo Del Mazo con la intención de hacerle algún comentario. El mandatario en un inicio lo saludó sin darse cuenta de quien se trataba, pero cuando se le acercó al oído para hacerle el comentario, Del Mazo reaccionó y se dio la vuelta para saludar a otras personas. David Sánchez fue retirado poco a poco y se le impidió acercarse de nueva cuenta al gobernador.
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El exgobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, ha tomado relevancia en las últimas semanas, y no precisamente por su actividad política como vicecoordinador de la campaña presidencial de José Antonio Meade. El exmandatario mexiquense ha demandado al periodista Humberto Padgett por presunto daño moral, y a quien exige un resarcimiento por 10 millones de pesos. La demanda civil alude a un perfil biográfico, autoría de Padgett, sobre Eruviel Ávila, publicado el año pasado, donde se relatan situaciones sexuales con menores de edad que involucran al obispo emérito de Ecatepec, Onésimo Cepeda y donde habría estado presente el exmandatario mexiquense.
Ayer, en pleno cumpleaños de Eruviel Ávila, y mientras el exgobernador mexiquense recibía cientos de felicitaciones a través de las redes sociales, también se viralizó una carta difundida por Humberto Padgett, en la que asegura que no existe daño moral alguno en agravio de Eruviel Ávila, y por tanto, la demanda resulta absurda y una forma coercitiva hacia su actividad informativa y el pleno goce de la libertad de expresión. Padgett lamenta las condiciones en que se ejerce el periodismo en el país, y el entramado jurídico en que se pretende coartar el goce de libertades.
Padgett argumenta que el daño moral, en tanto que Ávila, aun cuando dejó de ser gobernador en septiembre pasado, ha logrado en breve tiempo ser delegado especial del PRI en la Ciudad de México; ser nombrado vicecoordinador de campaña de José Antonio Meade, y más recientemente ser incluido en la lista de senadores plurinominales del PRI, de esos que tendrán asegurado un lugar en la Cámara Alta, pase lo que pase con la desastrosa campaña de Pepe Meade y el hartazgo social hacia el priísmo.
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