Toluca, Edomex. 01 de febrero de 2017.- Enrique Jacob se convertirá en el coordinador de campaña de Alfredo del Maza a la gubernatura mexiquense. Jacob fue jefe de Alfredo, cuando Del Mazo era director del Instituto Mexiquense del Emprendedor. Es un hombre de alta lealtad política. En 2005, legitimó la elección de Peña Nieto como candidato priísta. Fue un precandidato que declinó a favor de Enrique y le permitió formar parte de su gabinete. Originario de Naucalpan, de bajo perfil y escasos escándalos en la escena pública.
Aunque se desempeñaba como titular del Instituto Nacional del Emprendedor, Jacob no es ni de cerca el político más vigente del Valle de México ni el operador electoral de mejores números. Su designación responde más a un guiño de Alfredo del Mazo al Valle de México, pero al de la zona poniente, y desplaza en de su operación política a la zona de Ecatepec, tierra natal de Eruviel Ávila. De ahora en adelante, Ávila y los suyos han comenzado su declive.
El Grupo Atlacomulco, en su conjunto, tiene resistencias a la candidatura de Alfredo. La clase gobernante identificada con los exgobernadores Arturo Montiel y Emilio Chuayffet no firmará un cheque en blanco para respaldarlo. El riesgo de factura es profundo, por lo que insisten en que Alfredo es un candidato vulnerable, con altas posibilidades de perder. Sin embargo, la estructura del gobierno federal de origen mexiquense está convencida de que el ascenso de Alfredo abre la puerta para ser repatriados al gobierno estatal, una vez que termine el sueño presidencial que se ha convertido en pesadilla.
Seis años debió esperar Del Mazo Maza para convertirse en candidato. La toma de decisiones de lo que pase en el partido, ahora es responsabilidad de Alfredo, quien deberá asumir la responsabilidad de su campaña. Poco a poco deberá asumir el control del gobierno. La curva descendente de Eruviel es un ciclo natural de que su sexenio está en la recta final. Hoy, la clase política observa en Del Mazo a su próximo líder político. Eruviel ha comenzado a preparar maletas y asumir su nueva realidad política.
Alfredo no tiene la gubernatura en la bolsa. El delmacismo reconoce en la próxima elección una alta competencia y el riesgo de perder. El desgaste en el ejercicio del poder podría cobrarles la factura. A pesar de tener la mayor maquinaria electoral, es evidente que la oposición podría dar un golpe de suerte y arrebatar el emblemático Estado de México. La mejor apuesta del priísmo de cara a la elección de junio será un alto abstencionismo que le permita ganar meramente con su voto duro.
La guerra sucia en contra de Alfredo apenas comienza. Su paso por Pemex y la beca irregular en Harvard. El controversial proyecto de espectáculo multimedia en Teotihuacán mientras fue secretario de Turismo. La frivolidad de Del Mazo cuando fue alcalde de Huixquilucan. Hasta sus más recientes decisiones como diputado federal. En redes sociales, ya prolifera una amplia campaña para descarrilar al primo del presidente, y pensar en lo que sería una histórica derrota, en el último bastión y reducto del priísmo, el Estado de México.
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