El ataque a la comandancia de la policía municipal de Ixtapaluca abrirá fuego entre Antorcha Campesina y la muy desgastada relación con Eruviel Ávila. Encabezados por Jesús Tolentino Román Bojórquez y Maricela Serrano –alcaldesa de Ixtapaluca- sostienen un distanciamiento con Eruviel. Aunque el gobierno estatal ha sido complaciente con sus movilizaciones, también se advierte que no ha cedido a los chantajes de los antorchistas. Se trata de una lucha de poder entre activistas y autoridades estatales.
En el año 2011, cuando Eruviel era precandidato a gobernador, la relación con Antorcha parecía inmejorable. Fue esa organización, uno de los enclaves que se manifestó en contra de la candidatura de Alfredo del Mazo Maza. Ya en campaña, Antorcha organizó el mitin más numeroso del proselitismo priísta, donde prometieron medio millón de votos para la causa del originario de Ecatepec. Hoy la historia es muy distinta.
El poder de Antorcha ha ido disminuyendo. Su influencia en el oriente de la entidad se diluye. Se mantienen en Chimalhuacán e Ixtapaluca. En la zona de Texcoco no figuran. Y en Chicoloapan, también les han cerrado las puertas. En el Valle de México se han ido obstruyendo espacios. Sus liderazgos políticos lucen desgastados. Sólo se reciclan en sus cargos. El movimiento se ha convertido en un lastre para el propio priísmo.
En tanto, los Cuerpos de Seguridad Auxiliares están en medio de otro escándalo. Todo apunta a que dos de sus elementos fueron detenidos ayer domingo, señalados como responsables del ataque a la comandancia de la policía de Ixtapaluca. Hasta el momento no se han confirmado las detenciones, ni tampoco la Policía Auxiliar ha fijado una versión oficial de las cosas. Mucho menos la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Apenas hace unos meses, elementos de Cusaem se vieron involucrados en el asesinato de una mujer en Atizapán de Zaragoza. El asunto causó revuelo en las redes sociales y la opinión pública. Y aunque se acreditó que fue un policía municipal el responsable del homicidio, también se determinó que agentes auxiliares activaron sus armas. Al menos cinco elementos fueron encarcelados. Parece que la lección no fue aprendida.
Ya en el mes de febrero, Cusaem estuvo en el ojo del huracán, cuando su titular José Luis García Figueroa fue asesinado. Los hechos ocurrieron en el Distrito Federal, en un evento social, cuando desde un segundo piso el jefe de la Policía Auxiliar fue arrojado, y murió instantáneamente. Se dijo que fue un mero pleito ajeno a su función. La Procuraduría capitalina atrajo la investigación, pero también la Policía Estatal hizo mutis sobre el asunto.